1) Aquí se ha consumado un ciclo, posiblemente un collar encarnatorio, y los trazos fuertes ocupan las posiciones fuertes en tanto los trazos débiles ocupan las débiles. Desde el punto de vista de las relaciones de polaridad, la mente tiene un signo positivo, se ha vuelto prominente y activa, mientras que las emociones se muestran responsivas y por lo general obedecen a la pautación superior. La constelación de Rayos del alma y de la personalidad parece estar en un saludable balance, no necesariamente en perdurable armonía y estabilidad. Precisamente ante esta graficación del orden ya consumado, sólo es de esperar una evolución hacia el cambio de condiciones, hacia una nueva fase inestable. El mismo signo en su estructura perfecta indica una propensión al quebrantamiento del orden, conforme a la concepción china de la fluencia permanente de los estados, de las transformaciones y mutaciones recurrentes. En consecuencia, la Misión de vida del consultante es mantener la coherencia en todos los campos, sin dejarse seducir por la impresión de que finalmente está todo en su lugar y que ya no hay nada más para hacer sino disfrutar de la configuración existencial saludable. Se trata de permanecer alertas y actuar con altura, recogiendo las lecciones de la experiencia de las almas más evolucionadas que ya han conocido este momento de confort interior y de suave deslizarse por la vida, ya que se trata de una impresión transitoria que puede dejamos expuestos y vulnerables ante el inevitable cambio de rumbo que afectará nuestras circunstancias. Cuando nos parece que ya nada queda por hacer, esa creencia es un material específico sobre el cual ponemos a trabajar. Se trata de desarraigar la comodidad y la renuencia a volver a la acción consciente, evitando el ocio inútil y egoísta y el abandono de las prácticas regulares.
2) Has alcanzado un nivel de desarrollo en que recibes los frutos de la acción y ya no cuentas con mucha movilidad para alcanzar nuevos efectos benéficos, al menos no de la monta y de la calidad de aquellos con que ahora cuentas. El equipo personal guarda un cierto equilibrio, los centros personales y los espirituales (abajo y arriba del diafragma) parecen estar activos armónicamente, pero tú no te has establecido definitivamente en la Verdad. No eres uno con la Ley Universal. Mucho queda por recorrer, sólo que has alcanzado la recompensa de -la consumación de tus primeros objetivos. Los objetivos se vuelven intangible s y parecen irrealizables en este estado, ya que el aspirante debe visualizar, con su cordura y sentido común, las elevadas escarpas de la Montaña y el largo camino que todavía queda por delante hasta alcanzar las alturas en que palpita la Única Paz del Mundo.
3) Una cierta complacencia y confortación egoísta con el nivel alcanzado. Se cuenta con una inteligencia brillante y un mundo emocional saludable, pero esto no asegura necesariamente la regeneración profunda que es requerida. La imprudencia y la ostentación pública de virtudes privadas, el volverse ufano y pretencioso y abandonar entonces la activa vigilancia interior, así como la necesaria asistencia y apoyo para los hermanos en Humanidad más desvalidos, se presentan como severos obstáculos para el desarrollo superior. Este es un estado de equilibro crítico del que surgirán nuevas constelaciones de vínculos y nuevas condiciones subjetivas, de allí que la inconstancia en las prácticas morales y meditativas y la distracción pueden sernos fatales.
4) Es propicia la persistente integridad, la perseverancia, la dedicación infatigable al Supremo Ideal de Perfección Humana. En medio de situaciones ventajosas uno se deja arrastrar por la corriente natural y abandona las reglas y sus propias regularidades, dedicándose al goce del nuevo imperio adquirido, particularmente el intelectual y cultural. La activa vigilancia y control de nuestras inercialidades, todavía subsistentes, puede evitamos una caída estrepitosa en círculos de fuerza que ciegamente nos lleven otra vez a la experiencia de la limitación y de la oscuridad interior, para la que nunca terminamos de acondicionamos suficientemente.
5) «Si el agua de la marmita llegara a desbordarse apagaría la llama de la hoguera. Si el calor de la hoguera llegara a excederse vaporizaría toda el agua. Es necesario que me vuelva amo de la humedad y del calor, de la vida y de la inteligencia. Para ello debo vigilar constantemente la cocción en la marmita y supervisar el fuego y las aguas en mi naturaleza. Mientras vigilo mi interior atiendo la cocción natural y perfecta. Soy el factor que precipita la acción. Soy la acción que muestra su factor. Soy la delicada frontera que unifica lo superior y lo inferior».