1) Por debajo el trigrama Sun (la madera), por encima Li (el fuego), le dan vida y energía a la imagen completa del Caldero. En la tradición del Yoga chino la palabra «caldero» alude en general a los centros de energía. En este caso en particular tiene que ver con los centros relacionados directamente con el despertar espiritual y con la actividad más refinada de la inteligencia y la sensibilidad. A saber, el centro raíz, en la base de la columna, el centro cardíaco (con sus siete cámaras), el centro alta mayor (despierto sólo en los discípulos) y los centros de la cabeza (también en número de siete). La rica significación de este signo nos lleva directamente a la práctica de la vida espiritual desde el punto de vista de las disciplinas que la Tradición elaboró desde la edad más remota. Ligada con el Tantra superior, así como con la Yoga, es en todos los casos una configuración que indica los tiempos maduros del alma para el trabajo interior. Por consiguiente, la Misión de vida del consultante no es otra que «soplar sobre la Llama a fin de elevar la energía hacia la Corona»: embarcarse en una vida de férrea disciplina moral e intelectual, presidida por el centro de propósito (el alma espiritual) y dedicar sus obras y sacrificios a los Grandes Seres. Bajo esta configuración, la noción de la existencia e influencia permanente de los Seres Liberados se encuentra en primer plano. Puede encontrar estímulos el estudiante en la lectura de la obra «Los Maestros y el Sendero», de Charles W. Leadbeater. Del mismo modo Helena Petrovna Blavastsky ha escrito sobre la Jerarquía Oculta, siendo la primera persona nacida en Occidente en hablar con profunda versación sobre el tema. La propia Alice A. Bailey y Vicente Beltrán Anglada son otros autores de consulta. La lista no es muy extensa, al menos los autores serios y confiables -en la modesta opinión del autor-, pero el investigador puede obtener inspiración acercándose a los grupos que se constituyeron originalmente en torno a estos elementos de la enseñanza esotérica.
2) Momento especialmente significativo para recibir y dar enseñanza. Una enseñanza del tipo más elevado y refinado que concierne al desenvolvimiento de las facultades superiores del alma y a las prácticas recomendables para alcanzar tal condición. El consultante se encuentra ante un período en el que le será sencillo obtener un «alimento» espiritual impecable, capaz de atender sus más hondas demandas de Luz y Sabiduría. Momento excelente para el conocimiento de hombres superiores, directa o indirectamente, y para recibir de ellos la verdadera «cultura espiritual». No debiera el consultante desaprovechar esta inaudita oportunidad de desarrollo y superación, oportunidad que viene a su encuentro como consecuencia de sus méritos y talentos. Y, precisamente, debido a sus méritos y talentos se trata de un individuo con notables condiciones para la diseminación de la enseñanza que procura la búsqueda y la práctica de la Verdad.
3) El «arrebatamiento del fuego», la precipitación en las prácticas que uno realice para su desarrollo espiritual, así como la codicia de experiencias expansivas, la arrogancia espiritual y otros terribles males morales, conducen inexorablemente al fracaso de una vida y de un tiempo absolutamente únicos para el despliegue superior. Debe el aspirante ser muy celoso de sus propias motivaciones y con gran energía y arrojo desarraigar por completo las vanidades y las soberbias más sutiles y refinadas. De lo contrario el camino se encuentra abierto hacia el abismo del error, la locura y la auto decepción. N o se puede jugar con las fuerzas espirituales ni con la vida del alma. Cuando esto ocurre el desastre es inminente y se hace muy difícil inhibir el advenimiento de tiempos de profunda oscuridad interior …
4) Estudio, Meditación y Servicio son los tres pilares en las prácticas virtuosas. Estudio de uno mismo, por sobre todo, y de las enseñanzas mejor recibidas de la Tradición. Meditación, como Servicio y como medio natural para la manifestación de la vida del alma. Servicio desde el plano en que la experiencia espiritual se despliega, ya hacia los seres en el mundo o hacia las almas en su esfera natural. Debe el aspirante abocarse al estudio de la Raja Yoga y de todo lo concerniente a la Ciencia del Alma, tal cual fuera bosquejado por los autores más sólidos de la Tradición, algunos de los cuales ya han sido reiteradamente mencionados en la obra.
5) «Soplo el fuego con el más puro de mis alientos. Elevo mis alientos y la Llama hasta la región de las siete cuevas y en el interior de la séptima me encuentro con el Custodio del Secreto. Nada hay más maravilloso que la visión cara a Cara con el Custodio del Secreto. Luego el Secreto vendrá a mi vida, porque yo fui donde Él».