1) El peligro se cierne sobre la vida del consultante. Esta amenaza interna tiene que ver con la «forma mental» que los autores han dado en llamar «Morador del Umbral», concepto análogo al de la Sombra en la psicología junguiana. El mundo de deseos y pensamientos egoístas a lo largo de la cadena de nacimientos, va forjando una estructura elemental que se adscribe a la mente y que oscurece la visión y el poder de elección del alma. Este Interno Morador, el aspecto negador y perverso de nuestra naturaleza, el Deus Inverso, debe ser enfrentado adoptando las medidas adecuadas para desarraigar su insidiosa influencia de nuestro campo consciencial. Una vez que el discípulo vive la tensión dinámica en este punto de su esfera intestina y reconoce en esas tendencias desintegradoras del fuero moral, la presencia y manifestación de esta «entidad o gólem» de las edades, pronto debe abordar la práctica de medidas condignas. En este caso, tu Misión de vida consiste en barrer, limpiar todo el continente psicológico de escorias y miasmas del pasado. Dejar de atizar esas brasas, de alimentar la vida de deseos egoístas y aplicar tus mejores energías tras una nueva proeza: intentar una verdadera conexión con el Ser Interno. Está dicho que sólo el Yo Superior, el Guerrero del Espíritu, puede enfrentar con fortuna a esta fuerza psíquica, y sólo Él puede desintegrarla con su poderoso rayo de la más refinada sanidad ultrafísica.
2) Momento de una gran prueba, de una prueba crucial. Vives en el nudo gordiano, asfixiado por las fuerzas en tensión y lucha. Procura vivir en la paz del ojo del huracán, la paz que preludia y cierra la tormenta. Permite que tu alma espiritual reduzca la fuerza agresora -que tú has creado vida a vida- dedicando esta existencia y las sucesivas al especial trabajo de depuración del campo conativo. Opera ajustes y transmuta lo vil y pendenciero, la perfidia y la agresividad, en sus contrapartes luminosas. Investiga sobre la cadena de causación y verifica que en cada extremo de cada línea de acción se encuentra un «vicio» y una «virtud». Encuentra y desarrolla por ti mismo todas las potencialidades y virtudes antagónicas a las perversidades de la incrustación psíquica que te succiona la energía y anula la utilidad de tus días.
3) Las dificultades más recurrentes de esta situación pueden describir- se como «las tendencias fuera de control, tendencias a despacharse opíparamente y darse todos los gustos, a cometer todos los excesos, a la cólera y a la pendencia; tendencias de soberbia espiritual, de una atildada infatuacíón por la profusión fermental de las ideas … » La gama de vilezas y astucias (ardides) que desenvuelve cada Morador Interno, tiene mucho que ver con la tónica mental y emocional en que ha vivido el alma a lo largo de sus vidas. Así hay Moradores Internos prominentemente negadores y entonces relativamente fáciles de reconocer. Pero existe un tipo de Morador astuto en atribuirse vocaciones elevadísimas y refinamientos internos excelentes. Cuidado con la soberbia y la vanidad espirituales! Puede que tu Morador sea de esta naturaleza: humildad, recogimiento, oración, silencio, paciencia, trabajo, abnegación, despojamiento. Y tiempo …
4) Por sobre todo, como te fuera insinuado en los numerales anteriores, debes encomendar tu vida personal al Guerrero del Alma. No intervengas con tu yo personal, no emplees la misma batería de recursos propia del enemigo que se ha instalado en tus abismos -como las aguas frías y oscuras que cubrieron todo. Aprende de las aguas claras a adoptar las medidas claras y características de cada revés en el camino; muévete conforme a tus obstáculos, altos o bajos, como lo hacen las aguas sabias. Pero permite que la Espada Flamígera del Ángel de la Presencia (de la Vigilancia) hienda el espacio interno y desarraigue las fuerzas contradictorias y transgresoras. Es hora de desarrollar las mejores cualidades del Héroe Espiritual: una meta clara, un coraje y un valor exento de triunfalismos y temeridad, una energía de flujo permanente y adaptable a las circunstancias. Y, por sobre todo, paciencia y esperanza. Esperanza y confianza en el Supremo Poder del Maestro en el Corazón. Nada puede doblegar las fuerzas del alma espiritual puestas de manifiesto en acciones emergentes como ésta. Puedes leer a Juan de la Cruz en su concepto de La Noche Oscura del Alma, El Sendero del Discipulado y el Sendero de Iniciación de la Dra. Annie Besant, Iniciación Humana y Solar de Alice Bailey. Y toda la literatura que alienta al peregrino en su fatigosa marcha por los páramos lóbregos de la «muerte espiritual» .
5) «Los enemigos que ves afuera están en tu interior. El arquero, el lancero, el que arroja la piedra. Se han dividido y se han manifestado afuera para desconcertarte. Usa de tu intuición para identificar al único enemigo y para encontrarlo en tu interior. La Espada de Fuego está en manos del Dios del Amor y la guarda en tu Corazón. Y ahora cesa para siempre de golpearte a ti mismo en los abismos del yo».