1) Te ha tocado nacer bajo circunstancias de vida excesivamente fluídicas, móviles e inquietas. Es importante que aprendas de los mayores, de los consejos de los sabios, y que persigas en tu corazón la conexión deseada con la fuente de inspiración. Ten presente que en esta existencia, en tu estado, te enfrentas al desafío de la duda. Dudas sobre casi todas las cosas, los pasos a seguir, las elecciones a hacer. Es una oportunidad única para buscar la proximidad y las lecciones de los hombres que han atesorado en la vida frutos de sabiduría, especialmente porque han destilado la quintaesencia de los muchos años. Sería muy importante para ti ponerte en conexión con ellos, con alguien que te inspire confianza, que esté templado por los años y que tenga en reserva una dosis importante de conocimientos.
La Misión de tu vida consiste en sobreponerte a las tendencias juveniles (el púber perpetuo), a la excitación, a la inquietud, a la búsqueda de la aventura por la aventura, y ponerte a la búsqueda de la Verdad, que se encuentra allí donde está el sentido último de las cosas. En especial busca un refugio en tu interior donde encontrar unidad y equilibrio, todo cuanto te permita transformar los días inciertos e inseguros en una fuente de renovadas experiencias y de crecimiento verdadero.
2) Te encuentras en aquella etapa que ha sido presentada como la «necedad juvenil», la precipitación, la arrogancia de creer que, a pesar de ser aún joven psicológica y moralmente, uno se encuentra exaltado para realizar grandes cosas. Es así que se cometen errores por torpeza o por arrogancia. Esta condición es ciertamente pasajera y en la medida que aprendas a consolidar en ti los genuinos valores de la vida, aplicándote a la práctica de la veracidad y a emplear el sentido de las proporciones en todas las cosas y la justa oportunidad, el momento propicio, obtendrás ventajas invalorables. Vives la experiencia del aspirante que se lanza al vacío, sin haber alcanzado las calificaciones que se requieren para emprender los tramos más riesgosos de la aventura del alma. Esta actitud repetida termina por distanciamos de la fuente interna de ecuanimidad, madurez y responsividad, al tiempo que nos aislamos en una burbuja cristalina, desde la cual las cosas se ven distorsionadamente.
3) Tu situación también se equipara en la Tradición a la de aquel que enfrenta un abismo o una fiera y se detiene y no adopta una actitud resuelta, exponiéndose a verse bajo el aspecto más terrible de la amenaza, del desafío que se acaba de presentar. Aun cuando hierve tu sangre y te muestras inquieto viviendo una gran excitación, no tienes la suficiente madurez y aplomo como para tomar decisiones que te liberen de los riesgos ulteriores. Estás expuesto a cometer errores repetidamente, a no escuchar la voz del alma, como consejero natural ante las dificultades de la vida, y a dudar de todo cuanto se presenta. Puedes estar viviendo una época en que te expongas innecesariamente a desafíos y riesgos, actuando desaprensiva y negligentemente; período en que puedes estar enfrentando la consecuencia de actos descuidados y actitudes poco estudiadas del pasado. Ten presente también que esta situación es pasajera, y así lo será en la medida que te aboques a encarar con seriedad tu propio desenvolvimiento y maduración, aprendiendo especialmente de los consejos de los sabios. Puedes probar leyendo libros que tengan que ver con la vida ética. Anímate a leer el Dhammapada, manual de moralidad budista, o las novelas de Dostoievsky, en las que almas juveniles e inexpertas se arrojan a la acción pagando por ello amargos fracasos.
4) En tu caso es propicia la perseverancia, la seriedad (no la solemnidad), la actitud respetuosa y responsable; el tomarte tiempo antes de dar tus siguientes pasos, el cavilar y reflexionar en solitario. Debes aprender a reflexionar en solitario (meditación reflexiva). Apréstate a almacenar en tu mente y en tu corazón las preguntas que representen las dudas e inquietudes que te ahogan y te abruman, a fin de tenerlas disponibles para cuando se presente la autoridad moral a evacuar tus interrogantes. Esta oportunidad aparecerá de algún modo. Estás en una instancia tal, que debido a tu frugalidad constitutiva y a tus excesos en la conducta, curiosamente la vida pondrá en tu camino a alguien dotado de condiciones de temple y firmeza interior, para que te aclare las cosas. 5) «Cuando brota un manantial el agua surge alegre y libremente. Para que el agua del manantial colme la sed de todos, es preciso una labor de alta ingeniería».