El ser humano está sujeto a pasiones diversas, a defectos y a impulsos que tienen gran influencia sobre el desarrollo de su existencia y de sus relaciones con el prójimo. Pueden resumirse en los denominados "pecados capitales".
Cuando una línea perfectamente recta parte del monte de Venus y sube directamente al monte de Mercurio sin encontrar obstáculos es un signo feliz: amor y fortuna (connubio de Mercurio y Venus).