Una bella raya recta que parte de la raíz del dedo y llega hasta lo alto de la primera falange anuncia que se alcanzará una extensa fama.
Generalmente, en la parte alta de la primera falange sólo algunas veces se encuentran signos. Si hay incisa una cruz, es mal presagio, pero si encuentra dibujada claramente una estrella, es un signo muy feliz.
El anillo de Venus (fig. 185) une a Saturno y Apolo (el dedo índice con el anular), es decir la fatalidad con la luz. Es señal de libertinaje, de ambición desmesurada y de falsedad. Si esta línea semicircular está interrumpida y formada por rayitas puestas unas al Iado de otras, es señal de pasiones excéntricas, de sodomía o, por lo menos, de gustos depravados.
Este anillo es un signo raro (figura 186); es un semicírculo que rodea el monte de Saturno (base del dedo medio) y tiene un significado desfavorable. Indica fracaso. Quien posee este signo tiene una naturaleza siempre insatisfecha, ya que sus deseos no son nunca plenamente atendidos; tiene reacciones desconsideradas y criterios ilógicos.
El anillo de Júpiter (fig. 187) rodea en semicírculo el monte de Júpiter (bajo el dedo índice). Es un signo más bien raro; indica tendencia a los estudios filosóficos y a las ciencias ocultas por un sencillo amor a la Ciencia.
Si sobre la base del índice en su parte externa se advierte la existencia de una línea, quizá en forma de círculo, queda confirmada la disposición para las cuestiones filosóficas, y éstas serán penetradas y comprendidas en su íntima esencia, proporcionando a la persona un particular desasimiento de muchas contingencias que forman parte de la vida común (fig. 188).
Se trata de un signo fausto e indica buena fortuna, óptima salud y carácter ardiente.