1) Te encuentras con los trofeos y tesoros de la Naturaleza (moral y material), los cuales se han de desplegar en tu camino proporcionándote la oportunidad única de actuar como justo dispensador y distribuidor de expensas y oportunidades. En tal sentido tu Misión de vida es acopiar los medios que la destinación ha puesto en tus manos y proceder, con longanimidad y espíritu caritativo, a compartir y a supervisar la diseminación de los frutos del árbol de la vida. Tienes una misión muy significativa. Los hombres están predispuestos a visualizarte como ostentando un poder y algunas prerrogativas excepcionales. No los defraudes. Es también un enorme desafío para encarar y cumplir, y pasa, por encima de todo, por la sabia adquisición de conocimientos y medios morales, parejamente a la obtención de recursos de todo tipo, culturales y financieros, para laborar en común. Simultáneamente tiene que ver con la administración y la subvención de las necesidades espirituales de los demás hombres y seres vivos, que se agolpan al pie de la montaña esperando un guía que ya haya alcanzado una vez las crestas más elevadas.
2) Es un tiempo en que la Naturaleza te muestra de forma sinóptica y anticipatoria el Cuerno de la Abundancia que, si bien es la coronación rural del Adeptado, aparece aquí como evidencia palpable de la autoridad moral que estás en condiciones de alcanzar y mantener y de la cuota de luz y discernimiento que estás en condiciones de aplicar para la justa distribución y para la provisión de todas las fuerzas, humanas, naturales angélicas. Momento de grandes desafíos en el orden de tu nuevo poder efectivo: la eficiencia para la consecución de grandes metas en cualquier campo del quehacer humano. En tiempos como estos no deberías perder de vista la lección de humildad que nos legaron los más poderosos y justos badalides de la Historia de la Humanidad.
3) La inmodestia, el orgullo personal, la creencia falaz en un poder personal ilimitado, el dejarte capturar y arrastrar por la confusión reinante acerca del progreso ad infinitum, en detrimento, por desconocimiento e ignorancia, de las leyes naturales, suelen aparecer como tentaciones en el sendero del peregrino que, por una vez, se encuentra a cada paso con los frutos de la acción. Cuídate de no dejarte encandilar con la magnanimidad de la Vida. Simplemente estás cosechando tus méritos públicos; pero es deseable que coseches también los méritos ocultos. Es esta una prueba crucial en la escala de evolución, y a través de ella dejarás de manifiesto si has adquirido o no el don de la justicia, de la moderación y la conducta sana y limpia que se requiere.
4) Si te has cultivado a consciencia, tienes en tus manos el poder de fomentar las correctas acciones y relaciones y emplear tu pensamiento de forma creativa para demostrar eficientemente las ventajas del bien común sobre los privilegios individuales. Debes aplicarte a la práctica de la modestia personal y de la humildad moral; la frugalidad, la decencia, el recato, la justa medida, la sencillez y la naturalidad se han vuelto en estos tiempos un imperativo categórico. Con todo ello, armonizado y orientado en tu marcha por el Faro del alma, lograrás posicionarte entre los hombres como un filántropo, un hombre de corazón noble, un alguien ejemplar, y con ello alentarás la práctica del compartir y colaborar en todos los niveles con nuestros hermanos en Humanidad. Contar con la acumulada energía del favor de la Humanidad constituye para el hombre noble el tesoro más inapreciable, especialmente en la medida que haya puesto sus mejores afanes en la labor comunitaria, económica o cultural.
5) «Siempre el oro que no tienes brilla más que el relieve que has alcanzado. Pero para el alma, la Sabiduría que ofrezcas es la heredera legítima y exclusiva de todo el oro de todas las tierras y de todos los cielos».