1) En momentos como estos en que el progreso se hace presente de una forma fácil y precoz, tal como el sol que se eleva sobre la bruma del horizonte hasta alcanzar un gran esplendor, en estos momentos se vuelve especialmente importante el hacerse cargo de la significación de tal brillo. Cuando un alma refulge con los rayos de su elevación, despierta el espontáneo interés en almas aun más elevadas. De modo que tu Misión en la vida es alistarte en la hueste de hombres y mujeres que ponen toda su energía en el desarrollo de las aptitudes espirituales, y quedar a la expectativa de contactos superiores y superior inspiración, que provendrán de una esfera en que la Luz se encuentra por completo establecida. Período de grandes logros internos, particularmente en la conexión con la fuente de sabiduría que nos proporcionará magníficos tesoros e improntas visionarias de toda índole.
2) Momento de desarrollo ascendente y acelerado, en que se hace igualmente urgente el proceder a eliminar todo vestigio (consciente y subconsciente) de oscuridad. Se trata de trabajar arduamente sobre la naturaleza moral a fin de abrir completamente el camino para la expansión de nuestra alma. La moderna exposición del Agni Yoga y en forma general toda la literatura inspirada sobre el Yoga Real (Raja Yoga) sacudirán tu inercialidad y te predispondrán para la limpieza más amplia de la esfera intermedia de tu personalidad. De ese modo se hará rápido y expedito el progreso y la ascensión. La vida te sorprenderá con renovadas oportunidades y ricos contactos, todo lo cual te significará una segura promoción hacia esferas de creciente responsabilidad e influencia. Prepárate para cumplir con la Misión de tu vida, en pleno uso de tus facultades mentales y espirituales.
3) Todo esplendor es en cierta medida autodestructivo. Y esto tiene una doble significación. En primer lugar, el resplandor de la luz interna «destruye» toda subsistencia de egocentrismo, de yoismo. Destruye una parte de nuestra naturaleza personal con la que nos identificamos, permitiendo nuestro progreso en la esfera noética. Por otra parte, el esplendor súbito arroja a la mente al abismo del marasmo y el error y procura las más de las veces el desvarío y la locura. Muchos místicos espontáneos incluso individuos cuya kundalini sufrió un impulso ascendente accidental, se vieron momentáneamente arrebatados a experiencias superiores de consciencia, pero fueron rápidamente derribados por el poderoso rayo espiritual, ya que no estaban suficientemente preparados para tales fastos exaltados. De allí que la Tradición encomie el trabajo pertinaz e impersonal sobre nuestra naturaleza de deseos, como primer paso antes de alcanzar las calificaciones requeridas para ponerse al Servicio de un Instructor o recibir su indirecta inspiración. Las dificultades fundamentales de esta configuración estriban en la presencia de maleza moral, de elementos perturbadores para la mente, que una vez imbuida de la luz del espíritu, ya pierde todo poder de resistencia y de mecánica organicidad, y puede verse confundida y perturbada como consecuencia de la persistencia de aquellas rémoras del pasado.
4) El desarrollo individual de las aptitudes y talentos espirituales, en la forja de una mente y un corazón suficientemente saneados y purificados, constituyen los pasos preliminares para este evento supremo que se avecina. Te encuentras cercano a la hora de tu amanecer en el reino del espíritu. Todo lo que debes hacer no ha sido hecho aún. Se trata de que emprendas una nueva y más resolutiva rutina de depuración del campo conativo. Apréstate a erradicar las aristas oscuras y egoístas, la fuerza de la memoria y del vicio, y no te detengas hasta que la propia luz interna (la luz del alma sobre tu horizonte en todo su esplendor. Las oportunidades de rápido crecimiento se presentan sólo ocasionalmente en nuestra existencia, de modo que no debieras perder tu tiempo en el goce de las mieles de la fortuna. Por el contrario, se trata de un inmenso desafío para el aspirante, desafío que sólo él y por él mismo puede resolver.
5) «El disco solar se yergue sobre las básicas nubes de la memoria del mundo. Yo asisto solemnemente al nacimiento del Alma que ilumina el mundo. El cielo inicia a la tierra y todas las cosas florecen. Cierro los ojos y asisto al íntimo milagro de la regeneración: el sol extiende su estela hasta los confines del ser. La luz del sol se eleva en mi interior, que es el interior de la tierra».