En este contexto, en el marco de cada hexagrama, las líneas fijas y mutantes aluden especialmente al marco de orden psíquico y subjetivo donde ocurren los movimientos y la puesta en escena, el pasaje al primer plano de los impulsos creadores y suscitadores de la fuerza de la Creación. Así, en el contexto de un hexagrama, las líneas fijas (8 y 7) constituyen los aspectos recesivos o laterales que están presentes en determinado momento de la vida intrapersonal de un individuo en forma latente y que aún no han entrado en actividad produciendo la fuerza de la sincronicidad. En el mismo sentido, las líneas mutantes dentro de un hexagrama (9 y 6), constituyen los impulsos psíquico-subjetivos que han madurado en el momento del consultante y que coinciden con la demanda de la naturaleza, a la que se unen estableciendo circunstancias determinadas e insoslayables que se están cumpliendo en el tiempo de la consulta y que dejarán secuelas inevitables.
Las líneas fijas representan la duración en condición virtual, en abstracto, la totalidad de aspectos concurrentes en un hexagrama, así de orden subjetivo como objetivo, que permanecen en suspenso a la espera de ser evocados por la fuerza que impele el alma sobre la personalidad que ella monitorea. Pasan a primer plano, entran en la escena intrapersonal nítidamente, volviéndose cada vez más conscientes e influyentes cuando se traducen en acciones y situaciones determinadas que entran en concurso cuando ocurre el instante de sincronicidad mente-mundo: es decir, cuando se vuelven mutantes y representan el tiempo y los tiempos de facto, en suprema coincidencia
.
El concepto «tiempo» se refiere al momento subjetivo del consultante y el concepto «los tiempos» a la situación espacial y cronológica del mundo, en un instante de suprema coincidencia entre el hombre y el mundo. Cada hombre es el mundo, el mundo es un hombre a escala planetaria y sideral y el hombre es un universo a escala humana e individual.
Desde otro punto de vista, en obediencia a la ley de permutabilidad inherente al fluir de la Rueda de la Vida, las líneas fijas fueron mutantes y las líneas mutantes deben ser convertidas en fijas. Obsérvese que en tanto toda línea fija proviene de una mutación de las fuerzas, ocurrida en los dominios imperceptibles de lo inconsciente, en el hexagrama obtenido las líneas mutantes deben ser transformadas consciente y voluntariamente en líneas fijas para la completa elucidación del oráculo. Esto significa, en forma aproximada, que las líneas fijas aluden a fuerzas y elementos subconscientes y recesivos en el instante de la consulta y las líneas mutantes a fuerzas y elementos dominantes que demandan atención para ser transformados en hechos conscientes al momento de la pregunta.
De allí la importancia de observar una cabal Doctrina de la Consulta para la definición del interrogante al Libro de los Cambios.
En una pregunta meditada y perfectamente definida está contenida la respuesta. Como la definición es de carácter subjetivo, allí, en la hondura está la respuesta a la espera de que el consultante se sintonice con ella, la evoque y la deduzca en acciones condignas.
Todo surge de lo intrapersonal, se transforma en interpersonal y se sintetiza otra vez en lo intrapersonal. Esta es la dinámica de la vida psíquica y de los fenómenos que la naturaleza procesa. En esta concepción, la naturaleza, el mundo y el universo son la contraparte material del Alma del Mundo, la forma material que adopta el Inconsciente Colectivo, la Super Aura, Alaya, la energía de la Vida que da cohesión a todas las fuerzas ordenadas en cada planeta físico en forma de temperatura, humedad, densidad, magnetismo, luminosidad, psiquismo, vida de deseos y pensamientos y que Ella manifiesta en objetos y fenómenos, sentimientos, deseos y pensamientos hilvanados en la línea continua del tiempo, en el pasado-presente-futuro, como una realidad espacial y temporal única