El arcano de Los Enamorados, de Los Amantes, del enamorado, del enamoradizo, del amor, simboliza la leyenda de Hércules debatiéndose entre la Virtud y el Vicio, pero también hace referencia a la de Psiquis (La Belleza) y Eros (Cupido, el Amor), de cuya unión nació la Voluptuosidad. Por consiguiente, es un naipe que nos habla del amor y de las pruebas sentimentales por encima de cualquier otra consideración.
El hombre entre las dos mujeres que figura en el naipe simboliza la personalidad y el cuerpo (centro) que se debate entre lo consciente y masculino (derecha) y lo inconsciente y femenino (izquierda) y, en otro plano, entre el ánima/animus (derecha) y la sombra (izquierda), que popularmente se conocen como lado bueno y lado malo, ángel y demonio, bondad y maldad, virtud y vicio, blanco y negro, respectivamente.
De ahí que sea un arcano que nos hable de conflictos sentimentales y conyugales, de amores, de erotismo, de voluptuosidad, de deberes conyugales, de infidelidades, de mariposeo romántico.
En la parte superior del naipe acostumbra pintarse la figura de Cupido de Amor, de Eros en forma de querubín alado con el arco y la flecha; es tradición que lanza distintos tipos de saetas según las ocasiones: flechas de oro muy afiladas, que encienden en las almas pasiones indomables o incontrolables, o flechas de plomo más gruesas o embotadas, que dejan en los corazones de las personas heridas un frío glacial que origina antipatía o aversión.
El número seis (VI), con el que se designa este arcano, también hace referencia al amor, a lo erótico, a la unión sexual, ya que está formado por el primer número par multiplicado por el primer impar (2 X 3 = 6). Recordemos, además, que el sexto (6.°) mandamiento de la Iglesia católica: No cometerás acciones impuras.
Es una carta que simboliza el fluido misterioso o magnético que une a las personas, a los enamorados, a los que simpatizan, a los que se atraen, por lo que es un arcano que significa amor, sexo, enamoramiento, uniones sentimentales, pruebas y fricciones sentimentales, disgustos románticos y conyugales, infidelidad conyugal, adulterio, seducción, inestabilidad amorosa o conyugal… Igual representa al hombre que se mueve entre dos mujeres como a la fémina que titubea entre dos galanes o pretendientes.
No debe sorprender, pues, que Jung diga que es una carta de afirmación personal, de elección de un nuevo objeto de amor más allá de los padres, dejando atrás el complejo edípico. Es por ello que, a veces, esa mujer rival es la suegra, ya que el marido se mueve entre el complejo de Edipo o atracción amorosa inconsciente por la madre y la madurez genital con la esposa.
Si la pregunta que se hace al Tarot es de tipo familiar, este arcano suele expresar la rivalidad existente entre la madre y la novia o esposa del hijo; se trata, pues, en ese caso concreto, de un naipe que denuncia conflictos o enfrentamientos entre la madre del interesado y la nuera.
En cambio, si lo que preocupa es de índole laboral, comercial o profesional, esta carta revela las rivalidades y antagonismos existentes entre colegas, empleados, etc. y la posibilidad de que uno de ellos esté jugando con «dos barajas». Pero de una forma u otra, el hombre del centro del naipe representa al jefe, al gerente, al dueño, al mandamás, etc. y las dos mujeres, a los empleados que adulan al jefe, que hacen «la pelota», «dan jabón», buscando mejoras y promociones personales.
Asimismo, es un naipe que puede señalar peleas entre amigos o colegas a causa de mujeres relacionadas con el trabajo, negocio, empresa, cargo. De una forma u otra advierte de que uno deberá enfrentarse con una elección dolorosa, que se encontrará en una encrucijada, que habrá de dirimir un dilema, Igual puede ser el tener que elegir entre dos empleos o cargos que le gustan como entre dos viviendas, dos amistades, etcétera.