En el plano mental, deberás usar esta lámina para evitar la depresión cuando tengas ante ti varias disyuntivas; por ello; esta lámina viene después del Pontífice, quién nos indicaba la obediencia al orden universal, para ver si pasamos su prueba, si la aprendimos y si seguimos las lecciones sobre la reflexión constante antes de actuar; por esta razón, es la más indicada a meditar ante la necesidad de escoger entre dos caminos posiblemente seductores.
Esta lámina, junto con el arcano catorce, llamado «La Templanza», dan excelentes resultados cuando hay asuntos difíciles de analizar; en ellas podemos lograr la posibilidad de conjugar razón e intuición en una alquimia perfecta.
Nos habla de la necesidad de oxígeno y de hidrógeno, cuya unión es el agua, y la figura central representaría el elemento proteico del carbono, semilla de toda vida orgánica.
Se dice que Dios creó a la mujer después de decir la frase: «No es bueno que el hombre esté solo.» Si comprendemos que Dios ES AMOR, Y que es bueno porque es perfecto y es perfecto porque ES, sabremos por qué no es bueno que el hombre esté solo. El amor verdadero es aquel que tiende a expandirse, ramificarse y diversificarse.
Esta lámina cuando aparece espontáneamente en nuestras meditaciones, indica frustración, ira y resentimientos personales que debemos transformar.
Meditar en ella nos ayuda a encontrar el camino medio, el neutro en el que se nos enseñe que no hemos de huir de lo que nos cause dolor, ni correr tras lo que nos produzca placer.
La sabiduría está en mantenerse entre uno y otro sin caer en ninguno. Con ella aprenderemos a desarrollar sabiamente nuestras facultades selectivas, cosa que conseguiremos si podemos meditar en esta carta y en cada una de sus figuras sin identificarnos con ninguna.
Ejemplo: la figura central «hombre» nos hablará de nuestra parte racional, sensata y activa. La mujer joven lo hará sobre nuestra parte sensible, receptiva; la mujer mayor será lo que tengamos que conocer y aceptar en nosotros aun cuando no nos guste.
En el plano físico es un excelente revitalizador: lo mismo que EL CARRO, y aporta al corazón la energía vital; en la zona media del cuerpo, los pulmones, hombros y extremidades superiores; nos puede ayudar en caso de mala circulación venosa en las piernas, en los edemas, en las hemorroides, o en los problemas que nos provoquen angustias existenciales. Úsala también en caso de anemias por mala asimilación o falta de hierro.
En la práctica, meditar en ella nos puede hacer conseguir mayor capacidad de discernimiento, poder dialogar con nuestros yoes de una forma desafectada. Su meditación nos otorga el sentido de la orientación, nos ayuda a dominarnos e incluso a alcanzar aquellos objetivos que nos parecían distantes; Los Amantes es una lámina muy útil en el caso de discrepancias con uno mismo.
Sería conveniente meditar en esta lámina, conjuntamente con la de «El Loco», para poder llevar más oxígeno a nuestra sangre, haciendo un tipo de respiración YIN al meditar, esto es, entrar el aire de forma lenta al inspirar e ir expulsándolo de forma rápida al espirar; hacer esto todos los días de nuestra vida hará que nuestra sangre sea cada vez más pura y la claridad desarrollará a nuestro Ángel o Alma primordial.