Esta lámina nos enseña que, para la salud del planeta, no podemos seguir cortando árboles en el pulmón del mundo, la Amazonia, sin pagar más adelante tamaño error; no podemos seguir liberando CO2 sin discriminación, ya que el Sol nos abrasará vivos o nos congelará: en una palabra, el alquimista del siglo xxi debe dejar de buscar fuera el oro material para encontrar dentro de sí la Piedra Filosofal, el elixir de larga vida o la inmortalidad; recuerda que tú, que me lees, individualmente eres como Hércules, quien debió realizar DOCE trabajos para reafirmarse a sí mismo; tú y sólo tú puedes limpiar los establos de tu propia mente; si sólo uno lo hace adecuadamente, quizás el resto de la especie lo imitará; aunque mientras funcionen las ideas de separatividad será muy complejo que esto ocurra.
El arcano número DOCE nos está contando que es tiempo de purificar la mente; es hora de ser Acuarianos, hijos de la Nueva Era; es tiempo de «morir» y «renacen; de las propias cenizas.
Debemos atemperarnos y llevar nuestra mente al verdadero Nirvana, sin aditivos anormales; la lámina número doce es la más indicada en meditación para hacerte llegar a ello, ya que es generadora de un vacío útil y necesario para la integración mental; en un momento dado, en nuestro camino iniciático los ataques serán a través de la imaginación, es decir, tendremos miedos terribles, miedos que sólo el raciocinio lúcido nos hará transmutar adecuadamente tendremos tanto temor y míedo que algunas películas nos parecerán cuentos de hadas al lado de nuestra realidad perceptiva.
Sólo hay un camino: depurar y limpiar la mente, obteniendo un sentir más puro y solidario; renunciar y sacrificar, a esto es a lo que nos puede ayudar el arcano número doce, EL COLGADO, quien representa al sacrificio y la renuncia de lo mundano por la trascendencia hacia el sí mismo, es la necesidad del descanso del guerrero, la necesaria renuncia al ego antes que nada; por ello en esta lámina se nos habla de un ciclo que ha terminado como punto de iniciación menor; las siguientes diez láminas nos harán entrar en la iniciación mayor.
Esta lámina representa una suspensión en el vacío. Nos sugiere la ley de polaridad y ritmo, en cuanto a que cada polaridad acaba siendo reemplazada por su complementaria.
La figura dibujada en el arcano número doce sugiere la idea del sacrificio, pero si observas el rostro de este personaje, verás una sonrisa feliz, lo cual indica que él mismo decidió esa suspensión en el vacío como una parada imprescindible para sopesar el camino recorrido y un descanso mental y físico más intenso necesario antes de cada acción inmediata.
El Colgado o Ahorcado, como se le llama en el Tarot clásico, es esa parte de nosotros que un buen día decide ir a la búsqueda de los orígenes.
Esta posición, cabeza abajo en el yoga, es una de las asanas más purificadoras, ya que realizada de modo disciplinado ayuda a deshacer los nudos o paredes opresoras que son nuestras defensas emocionales, las cuales son derrumbadas a través de dicho ejercicio. El Colgado parece querer nutrirse del cálido y nutricio flujo y reflujo del arriba y abajo.
Está así como queriendo decimos que hay que hacer un profundo análisis de los orígenes, o como Buda decía: «Si deseas desatar un nudo, conoce primero cómo fue trabado, quien conoce los orígenes de las cosas también conoce su disolución.»
Meditando en esta lámina podrás desatar las cadenas o nudos que te atan al Samsara (vida tras vida), convirtiéndote con el tiempo y las transformaciones progresivas en tu propio maestro.
APLICACIONES DE EL COLGADO
En la práctica, está diseñada para que entendamos los opuestos que subyacen en todos nosotros; también para relax y descanso y liberar energías densas.
En el plano mental es una lámina excelente para liberarnos de las tensiones cotidianas, y el hacerlo diariamente nos permitirá aceptar las pruebas de la vida, abriendo nuestras percepciones psíquicas para transportarlas a planos más superiores; esta lámina, sobre todo, va a favorecernos la comunicación con el mundo espiritual; es una lámina en la que deberían meditar todas aquellas personas que sean o quieran desarrollar la mediúmnidad de curación.
Al meditar en ella podremos trascender hábitos negativos en los que estemos aún atrapados; por ejemplo, si estamos deseando dejar el alcohol o el tabaco.
Es una lámina estupenda para cuando queramos desembarazarnos de las contingencias, el abandono, el pesimismo o el desinterés, pues su meditación aporta un sentido de propósito profundo y clarificador, y, sobre todo, nos pone en contacto con nuestro origen o guía interno a través de comunicaciones extraordinariamente reveladoras.
En el plano físico puede ayudamos a mejorar los fluidos nerviosos, el sistema linfático, los pulmones, la falta de energía, las tendencias paranoides, esquizofrénicas y la manía suicida; la música a usar deberá tener sonidos marinos; esta lámina es reconfortante cuando uno está muy agotado por las vivencias particulares y mundanas.
Deberán usarla todos aquellos que tengan preocupación por el ego, dificultad para relacionarse o falta de sosiego y paz interna. Su color de fondo es el azul con algo de rosa, o rojo claro.