En el plano mental, usada como terapia curativa sirve para todo tipo de transformación y nos puede ayudar a finalizar procesos lentos y dolorosos.
Deberemos meditar en ella para hacer análisis riguroso en los periodos de separatividad donde tengamos que volver a cuestionarnos las decisiones irrevocables.
Ella será quien nos permita la renovación total, nos ayudará a tomar decisiones objetivas destruyendo las ilusorias; deben usarla, sobre todo, las personas de humor cambiante o caprichoso y aquellos que padezcan de ironía y mordacidad.
Es aconsejable en los casos de divorcio o separación, pues ayuda a terminar ciclos definitivamente; su meditación nos dará confianza para relajar nuestras actitudes y conceptos rígidos, adquiriendo una consciencia más expandida y armoniosa.
En el plano físico, el uso de esta lámina sirve para eliminar problemas de: colon descendente y hemorroides, tendones, músculos y huesos, descalcificación, hiperemotividad y también ante la insensibilidad física o psíquica, por ejemplo: inercia, apatía, inmovilidad, melancolía, enfermedades de tipo terminal o muy víricas.
La música será de tipo sensual, por ejemplo, Bilitis o El bolero de Ravel, o la música de saxofón de Kenny G. Debemos usar la lámina Trece para relajarnos, más si vivimos en un área muy conflictiva, o si el trabajo que tenemos es muy asfixiante o rutinario.