En la carta se hacen patentes los polos masculino y femenino del mundo dual y de nuestro centro interior que no se ve afectado por ellos: la forma de rombo que aparece en el centro de la carta está dividida en dos mitades.
En el lado izquierdo, el lado femenino, pasivo de los sentimientos nos encontramos con símbolos de la feminidad: el rostro de una mujer, el color verde (también fertilidad y creatividad), las estrellas y la Luna (representando la noche, los sentimientos, la entrega y la armonía).
En el lado derecho del rombo, el lado masculino, activo, el lado de los actos, está dibujado el rostro de un hombre; el color rojizo y los soles son la expresión de la fuerza masculina activa, del impulso para actuar, de la acción y del fuego.
El péndulo oscila entre ambos polos.
Pero la división no es tan sencilla. Cada polo necesita al polo opuesto para ser completo. Por esta razón, la mitad izquierda y verde del rombo está rodeada por el color rojo, y la mitad derecha del rombo lo está por un color verde. En la parte inferior de ese campo rojo se encuentran espigas y una paloma, símbolos de la energía maternal que nos nutre, de la fertilidad, de la sensibilidad y de la paz.
En la zona verde de la derecha nos encontramos con una lanza y un escudo, símbolos sin duda de la lucha. La lanza es el símbolo fálico del poder, de la acción y de la lucha; el escudo representa la protección masculina.
En la parte superior izquierda de la carta aparece la mitad derecha (dadivosa) de un corazón con un sol dibujado, y en la parte superior derecha de la carta se encuentra la mitad izquierda (receptiva) del corazón con el símbolo de una estrella.
El corazón, sin embargo, posee una fuerza integradora: cada mitad del corazón contiene ambos colores, el rojo y el verde. En la mitad derecha fluye energía roja hacia el Sol, mientras que la mitad izquierda desprende energía verdosa.
En el centro de la carta tan solo hay una cosa: la flor de loto con miles de hojas, que es la unidad divina. El círculo emerge hacia la dualidad, pero sin dejarse influenciar por ella.