Como a través de un aposento oriental descubrimos los símbolos de la sensualidad: una mujer, expresión de belleza y sensualidad, aparece sentada insinuante con las piernas cruzadas sobre unas flores.
Lleva un vestido suave, fluido. A la derecha, a su lado crece una flor totalmente abierta simbolizando la belleza femenina y la entrega. A partir de ella asoman cuatro estambres (cuatro es el número de la materia).
Esta mujer porta en su brazo izquierdo, el lado de los sentidos, un cuerno de la abundancia, desde el cual emergen símbolos de sensualidad: el corazón, que representa al amor y al sentimiento, al ser aceptado; las cerezas, que simbolizan el placer sensual; el arpa y la llave musical, expresando la seducción a través de la música y la poesía; la luna, que representa los sentidos y la feminidad, y también el deseo de sentirse protegida; la condición del amor se establece con respecto a uno mismo y a los demás.
El rostro que sale del cuerno tiene una expresión de percepción atenta, de placer silencioso. Los ojos permanecen cerrados como si estuvieran meditando para entregarse plenamente al sentir de los sentidos.
El cuerno de la abundancia parece salir directamente del corazón: a través del amor la vida resulta plena, del amor surgen la verdadera alegría y felicidad y también la satisfacción que nos conducen al amor.
El león blanco es también símbolo de la fuerza purificadora, de la muerte y de la resurrección de la materia.
A lo largo de nuestra vida morimos diferentes pequeñas muertes y cada una de ellas conlleva a su vez la resurrección de algo nuevo. Si rechazamos la materia, la muerte, el cambio y nuestro cuerpo, dañaremos también nuestra parte espiritual.
Solo a través de un compromiso pleno y una penetración como la del acto amoroso se podrán unir el espíritu y la materia y enriquecerse ambos mutuamente. Este aspecto viene simbolizado por la figura del león en la astrología, conjuntamente con los demás símbolos circulares fijos de animales a los que se conoce también con el nombre de «las cuatro columnas del conocimiento cósmico» y que representan las diferentes esferas de la existencia humana.
En la parte derecha de la carta aparece una columna blanca a modo de vigoroso falo. Esta columna se ve coronada por una bola de luz que es la conciencia clara. La figura erguida y clara a su vez (de la columna) es necesaria para portar esta conciencia.
En el lado izquierdo de la carta nos encontramos con unos cristales luminosos que son el símbolo de la claridad, de la pureza y la conciencia. Estos cristales simbolizan como materia transparente igualmente la unión del alma y la materia.