Color: el verde es el color de la esperanza, pero también el de la naturaleza en sus más variopintas gradaciones. Representa las aspiraciones de las personas por alcanzar el punto máximo de perfección y conocimiento.
Tiene como contrapartida la representación de otros valores menos positivos, puesto que si no se alcanza el punto justo de equilibrio puede desembocar en la crueldad, el orgullo o la envidia.
Día: el día más apropiado para acometer la celebración de un ritual de invocación con la vela verde es el sábado, día festivo que actualmente no es muy respetado. Sin embargo, sigue siendo el más apropiado para solicitar humildemente los favores relacionados con esta práctica, tanto los espirituales como los materiales.
Flor: la flor que representa el simbolismo de la vela y que se aconseja incluir en el altar es la flor de loto, que representa la confianza de las personas en sí mismas.
Hora: el momento más indicado del sábado para hacer las invocaciones es a partir de las 6 de la tarde y hasta la noche. Debemos advertir que la hora a la que nos referimos es la hora solar, no la oficial que, según la época del año es, en España, una o dos horas avanzada con respecto a la primera.
Metal: en este caso no se trata de un metal favorecedor sino protector, debido a la dualidad que existe en la utilización de esta vela. El plomo repele las radiaciones gracias a su sólida estructura y facilita el camino hacia la meta propuesta.
Número: el número mágico que le corresponde a la vela verde es el siete. Este número posee una simbología especial puesto que puede por sí mismo cambiar la existencia de una persona en un instante.
Perfume e incienso: uno y otro deben ser, en este caso, de opio, derivado de la amapola, que alimentan la llama y permiten abrirse paso entre las tinieblas para alcanzar los objetivos que se han marcado.
Piedra: se trata del azabache, formado a partir del lignito que se obtiene de la fosilización de las coníferas. Aunque no coincide con el color de la vela, pues el azabache es negro, representa ser el guardián de la espiritualidad. Una voluntad férrea y duradera sólo puede representarse con una piedra de semejantes características.
Planeta: el planeta que simboliza el antiguo orden, la jerarquía, es Saturno. Se trata de uno de los más grandes de nuestro sistema solar y destaca por su enorme solidez. El dios que lleva su nombre era guerrero pero también de costumbres licenciosas, así que representa la dualidad material de los hombres; sus virtudes y defectos.
Planta: por color y características de resistencia, tenacidad y profusión, la planta más acorde con el ceremonial de la vela verde es la hiedra. Una planta trepadora pertinaz y constante.
Salud: la protección que ejerce la vela verde se concentra en las partes más frágiles del ser humano así como en su constitución ósea, por lo que lo protege de caídas, roturas de huesos, fracturas, etc.
A nivel mental ayuda a evitar enfermedades cerebrales por falta de riego sanguíneo y otorga a los individuos una gran longevidad.
Signo astrológico: Acuario y Capricornio son los símbolos .que mejor definen las características y simbología que se le atribuyen a la vela verde.
Por una parte, Acuario simboliza lo espiritual pero también la solidaridad y los sentimientos humanitarios. Es un signo propio de revolucionarios de innovadores, pero también de gentes que ejercen el compañerismo. Por otro lado Capricornio es un signo más inestable, capaz de lograr lo mejor pero también de caer en desgracia por su falta de humildad y humanidad. Lo ideal es la combinación de uno y otro puesto que se apoyan y complementan.