Cómo fabricar las propias velas

Cómo fabricar tus propias velas
rituales con velas

Hay quien prefiere realizar los rituales y ceremonias de invocación controlando todo el proceso, desde el principio hasta el final, es decir, empezando por fabricar las velas con la que realizará la invocación

Es para estas personas para las que a continuación se detallan los pasos que se deben seguir para fabricar una vela propia, que no tiene porqué ser una vela utilizada para un ritual sino que puede ser la vela de protección mágica, por ejemplo, que muchos magos y los mal llamados brujos conservan en su poder y utilizan ocasionalmente para su propio uso personal.

El proceso es básicamente el mismo pero no idéntico en caso de fabricar una vela de las consideradas normales y una de cera pura de abeja. En primer lugar se muestra el proceso de elaboración de esta última, que se recomienda para la realización de rituales en los que no se puede quemar grasa animal (sebo).

Elementos necesarios: hoja de panal, mecha, tijeras. Estos elementos se pueden encontrar en cererías, mayoristas de miel y tiendas de bricolaje.

Proceso de elaboración: con las tijeras, corte la hoja de panal a la medida deseada. Coja la mecha y envuélvala en una hoja de panal o enróllela a su alrededor.

Ponga la cera sobre una superficie lisa, presione la mecha contra el lado corto de la hoja de cera y enróllela a su alrededor; mantenga la presión y luego déjela reposar unos instantes. Para la elaboración de la vela normal se realiza el siguiente proceso:

Elementos necesarios: arandela de latón, alambre, cera virgen, hervidor doble (o lata de latón), material para hacer la mecha, molde (resistente al fuego) y parafina. Todos estos elementos son fáciles de encontrar en cererías y tiendas o almacenes de bricolaje.

Proceso de elaboración: trence los distintos hilos para hacer la mecha, dejando en el centro el núcleo metálico, procurando que esta quede lo más consistente posible (también puede comprar la mecha ya elaborada) y una vez acabada pase por uno de sus extremos la arandela para mechas. Doble hacia abajo las puntas de la estrella para fijar la mecha.

Coloque la arandela de la mecha en un molde para velas y, ayudándose de un alambre, céntrela a través de la parte superior del molde.

Para evitar que se pegue la cera a los moldes, deberá rociados previamente con silicona u otro producto antiadherente. En caso de que los moldes sean desechables será innecesaria la aplicación de este antiadherente, puesto que una vez que la vela se enfríe serán fáciles de cortar y tirar.

Separe la cantidad de parafina que crea conveniente utilizando un cuchillo y viértala en la parte superior del hervidor doble (en caso de no disponer de uno, viértala en una lata ancha que esté metida a su vez en una olla o cazo con agua hirviendo).

Llene hasta la mitad la parte inferior del hervidor con agua caliente, e introduzca la parte superior del hervidor con la parafina cuidando que no entre en contacto la parafina con el agua. Añada a la parafina la misma cantidad de cera de abeja y sitúe el hervidor doble sobre una llama para hacer que la cera y la parafina se derritan y se fundan.

En este momento del proceso es cuando se puede añadir aceite de esencia de la planta que se desee, aquel más indicado para el ritual que tenga pensado realizar con esta vela.

Por otra parte, para conseguir una vela de color puede utilizar la mina de un lápiz de color desmenuzada mezclándola con la parafina.

La cera ya está perfumada y coloreada y el siguiente paso es apartar el hervidor del fuego y verter lentamente la cera líquida en el molde (donde ya ha colocado previamente la mecha). Guarde un poco de cera líquida para rellenar las pequeñas cavidades que puedan quedar cuando la vela se haya solidificado.

Tras unos minutos de espera la cera se solidificará. No conviene retirar el molde hasta que la solidificación sea completa. Además de la esencia y del color, algunos magos, verdaderos especialistas en la materia, añaden a las velas unos símbolos mágicos o runas, es decir, diferentes dibujos o letras de alfabetos antiguos que poseen unos poderes especiales y ayudan a que la efectividad del ceremonial realizado con esta velas sea más positivo.

Existen infinidad de símbolos (estrellas, lunas en distintas fases, hexagramas, cruces de todo tipo, triángulos, círculos, números, etc.) que pueden añadirse a la vela en cuestión para lo cual se utilizará, una vez que la cera de la vela esté completamente solidificada, la punta de un objeto metálico previamente calentada, o la punta de la pluma de una ave.
Ya está la vela lista para su utilización.

Sin embargo, se recomienda consultar, antes de iniciar el ritual con la vela mágica, el capítulo «Los poderes mágicos de las velas» para los procesos de unión y «vestido» de la vela.

Artículos relacionados

La utilización de las velas se remonta a épocas muy antiguas, cada civilización, pueblo y cultura, al igual que ha creado los distintos ritos, también ha atribuido a las velas.
Hay quien prefiere realizar los rituales y ceremonias de invocación controlando todo el proceso, desde el principio hasta el final, es decir, empezando por fabricar la vela con la que realizará la invocación.
En el momento de realizar una ceremonia o ritual mágico con velas hay que tomarse en serio el trabajo a realizar. Las velas son fuente de muchas posibilidades siempre que se utilicen con la debida propiedad.
Resulta difícil constatar qué civilizaciones fueron las primeras en crear y utilizar las velas como elemento precursor de los utensilios que hoy en día conocemos, así como de la primitiva finalidad con la que fueron producidas.
La utilización de las velas como instrumento de adivinación. Sin embargo, conviene recordar que se creó todo un arte adivinatorio mediante la observación y la interpretación de la llama de la vela.
A partir de la observación de sus llamas, de sus formas y colores, cuando empezó a nacer lo que hoy en día se conoce como el arte de adivinación a través del fuego. Este arte, llevado a la práctica hoy día en las velas.
Otro paso importante que conviene realizar antes de iniciar el ritual es el de la relajación del oficiante. El estado físico y psíquico de la persona que vaya a realizar el ritual es extremadamente importante.
El poder que ejerce la Luna en los rituales y conjuros celebrados con velas es muy importante. Conviene destacar que cada una de las ceremonias mágicas debe realizarse en la fase lunar más conveniente.
El nombre «ocultismo» hace referencia a las situaciones en las que estos rituales o ceremonias tenían lugar, y en determinadas épocas de la historia el lugar más oculto para proceder a la invocación de los poderes era dentro de las propias moradas.
Una misma palabra es utilizada para definir varios conceptos, a veces similares y en ocasiones totalmente distintos y sin otra conexión más que la idéntica agrupación de letras, unidas en el mismo orden para formar una palabra.
Fuego y luz son precisamente los dos elementos que conforman la vela, un instrumento creado por el hombre quien, en su camino hacia la búsqueda del sentido del propio ser, se ayuda de este objeto para forjar su destino.
Para que este poder curativo se vea reforzado, después de escoger la vela correspondiente (de la lista que aparece en las líneas anteriores) deberá realizarse la operación de la unción de la vela con un aceite esencial extraído de la hierba más indicada.
Las piedras preciosas, además del uso ornamental y artístico que siempre han tenido, también han estado desde tiempos remotos al servicio de la realización de ceremonias mágicas y de curación.
Conoce la simbología de los colores en las velas. Color a color su significado y utilidades en rituales y hechizos.
Cada signo del zodíaco está favorecido por un color determinado y por este motivo al realizar una ceremonia de invocación es importante que la correspondencia del color de las velas utilizadas sea la adecuada al signo astrológico por el que están regidas.
En los rituales mágicos existen muchas creencias distintas, cada una avalada por una tradición o un pueblo en particular y que posteriormente se han influencia do entre sí hasta crear multitud de variantes mágicas o de brujería.
Cada uno de los días de la semana está relacionado con un color determinado. De forma muy concisa, estos son los colores que le corresponden a cada uno.
La utilización de las velas no es un juego, sino que responde a un protocolo determinado del que no conviene abusar. La magia ayuda sólo a quienes se esfuerzan por sí mismos en alcanzar unos objetivos.
Las velas zodiacales se utilizan para representar al peticionario, a la persona o personas para quienes se está realizando el ritual, a la persona que desee influir, o a las personas que estén ayudando, obstruyendo o «cruzando» la situación por la que se realice el ritual.
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