Velas de altar
Las velas de altar son las que se colocan en la parte posterior del altar.
Se suelen utilizar dos velas; pero puede utilizar una si lo desea, colocada en el centro por la parte posterior de su altar.
Estas velas deben ser siempre de color blanco. Cómprelas lo más altas y hermosas posible.
Si puede conseguirlas, utilice velas de cera de abejas, pues representan a la deidad o dios – cualquiera que sea su religión o filosofía religiosa – y al reino espiritual, que es la esfera con la que está tratando de contactar y obtener un vínculo, sirviéndole las velas de altar como «puente» con ese reino.
Ocasionalmente, oirá que las velas de altar no son realmente necesarias y pueden omitirse, pero su eliminación rompe el esquema de las tres velas, de altar, del Zodiaco y de ofertorio, la ubicua pero sagrada «trinidad» de la mayor parte de las religiones, reduciéndolo así a un esquema de dos y a la «dualidad».
En el plano terrenal, la dualidad es con frecuencia la causa de nuestros conflictos y problemas, y es a menudo el motivo de lo ritual en primer lugar. Las velas de altar deben dominar éste literalmente, incluso cuando al arder hayan reducido su tamaño.
Con gran frecuencia, son las primeras en encenderse y las últimas en apagarse, pues «yo soy el Alfa y el Omega, lo primero y lo último».
Velas de Zodiaco
Las velas de Zodiaco, llamadas a veces velas astrales, representan casi siempre a la persona implicada en el ritual de acuerdo con su signo de nacimiento – por esta razón es preferible el término de vela zodiacal al de vela astral – para este fin.
Las velas zodiacales se utilizan para representar al peticionario, a la persona o personas para quienes se está realizando el ritual, a la persona que desee influir, o a las personas que estén ayudando, obstruyendo o «cruzando» la situación por la que se realice el ritual.
Si no conoce el signo de nacimiento de esa persona, utilice una vela blanca o vela amarilla; alternativamente, puede hacer uso de una punta de bolígrafo agotado para escribir el nombre de la persona en la cera de la vela.
La vela blanca, considerada como neutral, es una elección evidente para una gran persona o factor desconocido.
La alternativa amarilla confunde a veces a los estudiosos; sin embargo, la razón es relativamente simple:
el amarillo representa al planeta Mercurio (un planeta en gran medida mal entendido), y al arcángel Rafael, el «mensajero de los dioses».
Él invade todos los planos y, teniendo relación con todos, transmite mensajes e información dondequiera que vayan si tiene usted alguna duda.
En su aspecto positivo es neutral, y su fuerza actúa como «Mercurio» (un «cambiador de la forma»), que es su metal; por tanto, conviene para este propósito y se suele considerar de utilidad.
Velas de Ofertorio
Las velas de ofertorio representan el principio activo en cualquier situación: las fuerzas en funcionamiento para bien o para mal, que está tratando de manipular de un modo u otro.
Se representa en la elección del color y en las posiciones de estas velas sobre el altar.
Si están entre el que pide y el que es pedido, puede obstruir al peticionario; si están entre el peticionario y el mal, fuerza o persona obstructora, pueden estar defendiéndole, como demostraremos más tarde.
Estas dos series de velas, las zodiacales y de ofertorio, actúan en la sección delantera del altar frente a las velas de altar, que, en su mayoría, permanecen inmóviles en la parte trasera.