Vela Amarilla

Vela Amarilla
Significado de las velas

El amarillo es el color primitivo de las velas, cuando se extraía la cera del panal y era utilizada directamente en su fabricación, sin ningún otro procedimiento intermedio. Se puede decir que es la vela en estado puro.
Este color se relaciona con los aspectos materiales del ser humano, con los intercambios comerciales, la lógica, el orden y el razonamiento.

El amarillo tiene también su particular influencia en el ego de las personas, en su personalidad, favorece tanto al hombre como a la mujer y en cuanto a la salud incide más en el sistema nervioso.

La vela amarilla es la vela de la comunicación, representa a la vez la cotidianidad y la dispersión, es un instrumento adecuado para ayudarse en la búsqueda de la iluminación espiritual y para contener el egoísmo de las personas.

Características principales

Color: retrotrae al individuo a los años de la infancia, pues es uno de los colores básicos. Puede utilizarse en todo su espectro, desde el amarillo más suave hasta el más chillón. Invita al entretenimiento y a la diversión.

Día: el día de su utilización preferente es el miércoles, debido a que es el día en que el rito tendrá más posibilidades de alcanzar su objetivo, puesto que es conocido por su capacidad de ejercer una influencia positiva en las transacciones comerciales.

Flor: la rosa amarilla es la que mejor combina con la vela amarilla. Es muy resistente a los cambios climatológicos e incide en los aspectos intelectuales de la persona dotándola de mayor capacidad de comprensión e inteligencia. También es compatible la amapola amarilla.

Hora: no es en este caso un factor determinante, puesto que se puede decir que su utilización es válida en cualquier momento del día. Sin embargo, puede ser más favorecedor encenderla a partir del mediodía, cuando el Sol está en su punto más elevado.

Metal: la vela amarilla representa la dispersión y el metal que mejor incide en este aspecto es el mercurio, debido a su estado liquido a temperaturas normales.

Número: el número que mejor simboliza lo cotidiano y lo material es el cuatro.

Perfume e incienso: antes de iniciar el ritual conviene ungirse las manos con perfume de sándalo, que es el mismo incienso que debe quemar durante la invocación.

Piedra: la ágata es la piedra que le corresponde a la vela amarilla, la que expresa la energía y dará fuerzas a la persona para realizar aquellas acciones que le lleven a alcanzar la plenitud espiritual.

Planeta: Mercurio, uno de los planetas más cercanos al Sol es el más relacionado con la vela amarilla. Los antiguos alquimistas lo relacionaban con el elixir de la vida. Es el planeta del conocimiento y del pensamiento humano, receptor y transmisor de ideas: comunicador.

Planta: el espliego y la valeriana son las plantas más apropiadas por su poder desintoxicador y sedante. Ayudan a la persona en su capacidad de concentración en el objetivo propuesto.

Salud: la vela amarilla actúa de forma positiva sobre el sistema nervioso y el aparato respiratorio, ayuda a desarrollar las capacidades intelectuales y a establecer con facilidad relaciones sociales.

Signo astrológico: los nacidos bajo el signo de Virgo y Géminis son los protegidos por la vela amarilla. El primero es el más disperso y representa el orden y la virtud. Géminis es el luchador altruista.

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La utilización de las velas se remonta a épocas muy antiguas, cada civilización, pueblo y cultura, al igual que ha creado los distintos ritos, también ha atribuido a las velas.
Hay quien prefiere realizar los rituales y ceremonias de invocación controlando todo el proceso, desde el principio hasta el final, es decir, empezando por fabricar la vela con la que realizará la invocación.
En el momento de realizar una ceremonia o ritual mágico con velas hay que tomarse en serio el trabajo a realizar. Las velas son fuente de muchas posibilidades siempre que se utilicen con la debida propiedad.
Resulta difícil constatar qué civilizaciones fueron las primeras en crear y utilizar las velas como elemento precursor de los utensilios que hoy en día conocemos, así como de la primitiva finalidad con la que fueron producidas.
La utilización de las velas como instrumento de adivinación. Sin embargo, conviene recordar que se creó todo un arte adivinatorio mediante la observación y la interpretación de la llama de la vela.
A partir de la observación de sus llamas, de sus formas y colores, cuando empezó a nacer lo que hoy en día se conoce como el arte de adivinación a través del fuego. Este arte, llevado a la práctica hoy día en las velas.
Otro paso importante que conviene realizar antes de iniciar el ritual es el de la relajación del oficiante. El estado físico y psíquico de la persona que vaya a realizar el ritual es extremadamente importante.
El poder que ejerce la Luna en los rituales y conjuros celebrados con velas es muy importante. Conviene destacar que cada una de las ceremonias mágicas debe realizarse en la fase lunar más conveniente.
El nombre «ocultismo» hace referencia a las situaciones en las que estos rituales o ceremonias tenían lugar, y en determinadas épocas de la historia el lugar más oculto para proceder a la invocación de los poderes era dentro de las propias moradas.
Una misma palabra es utilizada para definir varios conceptos, a veces similares y en ocasiones totalmente distintos y sin otra conexión más que la idéntica agrupación de letras, unidas en el mismo orden para formar una palabra.
Fuego y luz son precisamente los dos elementos que conforman la vela, un instrumento creado por el hombre quien, en su camino hacia la búsqueda del sentido del propio ser, se ayuda de este objeto para forjar su destino.
Para que este poder curativo se vea reforzado, después de escoger la vela correspondiente (de la lista que aparece en las líneas anteriores) deberá realizarse la operación de la unción de la vela con un aceite esencial extraído de la hierba más indicada.
Las piedras preciosas, además del uso ornamental y artístico que siempre han tenido, también han estado desde tiempos remotos al servicio de la realización de ceremonias mágicas y de curación.
Conoce la simbología de los colores en las velas. Color a color su significado y utilidades en rituales y hechizos.
Cada signo del zodíaco está favorecido por un color determinado y por este motivo al realizar una ceremonia de invocación es importante que la correspondencia del color de las velas utilizadas sea la adecuada al signo astrológico por el que están regidas.
En los rituales mágicos existen muchas creencias distintas, cada una avalada por una tradición o un pueblo en particular y que posteriormente se han influencia do entre sí hasta crear multitud de variantes mágicas o de brujería.
Cada uno de los días de la semana está relacionado con un color determinado. De forma muy concisa, estos son los colores que le corresponden a cada uno.
La utilización de las velas no es un juego, sino que responde a un protocolo determinado del que no conviene abusar. La magia ayuda sólo a quienes se esfuerzan por sí mismos en alcanzar unos objetivos.
Las velas zodiacales se utilizan para representar al peticionario, a la persona o personas para quienes se está realizando el ritual, a la persona que desee influir, o a las personas que estén ayudando, obstruyendo o «cruzando» la situación por la que se realice el ritual.
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