El sistema adivinatorio actual se basa en una doble observación de las velas, que ha dado lugar a dos artes adivinatorias distintas y a la vez complementarias.
Una de ellas es la derivación lógica y directa de la ancestral observación del fuego de las hogueras: la llama; la otra, es la observación de las formas de la cera. Es decir, al mirar una vela, los entendidos y expertos en estos temas pueden realizar dos tipos de interpretación que pueden ser complementarias o independientes.
No se puede en pocas páginas explicar todos los mecanismos del proceso de adivinación que se realiza con este sistema de observación, pero sí se relatan en los siguientes párrafos las líneas básicas sobre las que se fundamenta este interesante sistema adivinatorio.
PASOS PREVIOS
En primer lugar conviene elegir una vela de color que se adecue al signo astral del consultante y que la consulta se realice durante el día más apropiado para el color de la vela que corresponda. Aunque ya se han comentado en otro capítulo, conviene aquí recordado.
Cada uno de los doce signos del zodíaco está regido por un color, como ya hemos comentado en el capítulo correspondiente.
Por otra parte, cada color corresponde a un día de la semana, que son los siguientes:
Día Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo
Color blanco rojo violeta azul verde negro amarillo
Pero además posee la propiedad de facilitar y potenciar los contactos psíquicos, los viajes astrales y las artes adivinatorias en general.
Después de la purificación, se colocarán en la mesa de trabajo cuatro velas, cada una indicando un punto cardinal, denominadas velas de ceremonial, de forma triangular a ser posible, todas plateadas, que son las más indicadas para favorecer la interconexión de la persona que celebra la ceremonia de adivinación con las fuerzas psíquicas del entorno que le facilitarán las predicciones.
Otro paso previo al encendido de las velas será el proceso de relajación total, a nivel físico y espiritual. Una vez que la disposición de la persona que vaya a realizar el ritual sea la adecuada, concentrará su mente en el objetivo de la ceremonia que va a iniciar.
DESARROLLO DE LA CEREMONIA DE ADIVINACIÓN
Así pues, una persona del signo Aries que desee realizar una ceremonia de adivinación con las velas deberá elegir una del color rojo y celebrar este ritual un martes.
Sin embargo, en caso de que la consulta esté encaminada a desvelar temas y proyectos de otra persona distinta a la de quien realiza el ritual, entonces no se cogerá la vela del color que le correspondería a esa persona sino que se utilizará una vela blanca.
Antes de dar el siguiente paso hay que elegir un lugar donde realizar el ritual, que inexcusablemente deberá ser un recinto cerrado, libre de corrientes de aire que podrían desvirtuar el proceso de combustión de la vela, y exento también de olores y elementos químicos que afectarían sin duda a las distintas fases de la ceremonia de adivinación.
Para proceder a la purificación del lugar elegido se encenderá una barrita de incienso y se dejará quemar hasta su total extinción. El incienso es un elemento purificador.
Seguidamente, se encenderán, con una cerilla de madera, las cuatro velas, empezando por la que señala el norte y siguiendo el sentido de las agujas del reloj.
Una vez encendidas las velas, se pronunciará la pregunta que se desee, y se realizará la siguiente invocación:
Que el poder de estas cuatro velas, símbolo de los cuatro elementos: fuego, tierra, agua y aire, me ayude a encontrar la respuesta a la pregunta que yo formule.
Acto seguido se realizará la pregunta, que se repetirá cuatro veces, a intervalos de quince segundos, y se encenderá la vela central, la del color correspondiente elegido según el signo astrológico del consultante (o blanca si la consulta es para otra persona) y que coincida con el día que debe usarse.