La atracción, con independencia de lo elaborada o simple que la haga el temperamento, significa lo mismo; atraer, tentar, seducir.
Por tanto, incluimos un modelo básico que sirva como marco de referencia para los otros.
En primer lugar, veamos el número de días que debe durar un ritual.
Para esto tendremos que averiguar primero quién «rige» al sujeto, persona, emociones, etc., en que estamos interesados.
Lo siguiente es una guía razonable con respecto a los días que podemos utilizarlo:
- Rituales solares: uno o cuatro días.
- Rituales lunares: dos o siete días.
- Rituales jupiterinos: tres días.
- Rituales mercurianos: cinco días.
- Rituales venusinos: seis días.
- Rituales saturninos: ocho días.
- Rituales marcianos: nueve días.
Considere estos tiempos como directrices que le indican el período máximo que puede utilizar.
No tienen por qué ser días consecutivos.
Por ejemplo, un ritual de Marte podría hacerse en un martes (el día del planeta) en la hora del planeta, y repetido todos los martes durante nueve semanas.
Si los resultados se obtuvieran en un tiempo más breve que éste, simplemente «cerraría» el ritual y dejaría que todas las velas ardieran naturalmente del mismo modo que se hace el último día de la mayor parte de los rituales.
Veamos un ejemplo de cómo podemos llevar esto a la práctica.
Tomaremos uno de los tres deseos básicos de la humanidad a los que se refieren la mayor parte de las peticiones:
En este caso particular tomaremos el amor.
Supongamos que se desea atraer o producir amor entre personas que están separadas por una barrera de sospecha y desconfianza.
He de poner de manifiesto que esto debe hacerse con el consentimiento de ambas personas, pues en caso contrario se sentirá usted culpable de «intrusión mental».
Debe existir también el deseo de atracción, o la posibilidad de atracción entre ellas.
- Utilice un incienso de Venus, o al menos uno bastante fuerte y sensual.
- Encienda las velas de desconfianza y sospecha.
- Encienda la Vela Zodiacal , que le representa a usted mismo, el ritualista.
- Al final del altar se colocan las Velas Zodiacales que representan a los peticionarios, situándolas detrás de las velas negativas de la desconfianza y la sospecha. Deben estar todo lo separadas que permita a su altar.
El terreno común en el centro de éste es el lugar en el que está intentando atraerlos para que se encuentren.
- Como el ritual de Venus puede durar seis días, tendrá que dividir mentalmente, o marcar, el altar siguiendo una línea imaginaria que cruza el centro de izquierda a derecha.
- Tendrá un total de ‘seis movimientos iguales, de forma que el último día con el movimiento del ritual las velas se unen y, si es posible, se tocan.
- Así mismo, las velas se dividirán en seis secciones marcadas, ‘de modo que en el último día, cuando se mueven por última vez, estén juntas y tocándose, con lo que termina el ritual y arde la última sección de las velas.
- La sospecha y la desconfianza son representadas por una vela negativa verde/negra, colocada entre ellas y delante de ella de modo que bloquee las dos Velas Zodiacales.
Si la negación procede de una sola persona, y se sabe quién es, ponga la vela verde/negra delante de esa persona; pero si es mutua, entonces tendrá que ir delante de ambas.
- Encendemos primero las velas verde/negras, para que sean las primeras en consumirse.
- Como al arder antes estarán más bajas, las Velas Zodiacales podrán «mirar por encima» de la desconfianza y la sospecha y «verde» una a otra, como dos personas que se ven en la distancia, consciente cada una de la existencia de la otra.
- En el último día del ritual, las velas de la desconfianza y la sospecha deberán haber ardido primero.
- Las dos Velas Zodiacales pueden encontrarse sin que haya nada en medio, teniendo a cada lado las velas rosa y verde de Venus, que representan el crecimiento (verde positivo) del amor (rosa positivo), que habrán reemplazado a las velas negativas que ya no están allí.
En un ritual realizado con motivos económicos:
- Colocar una Vela Zodiacal en el centro del altar, que representará al peticionario que desea atraer el dinero hacia él.
- El dinero es representado por velas de Júpiter (púrpura) y/o velas solares (naranja), o por una combinación de estos colores sobre una vela blanca base, durante un ritual que durará uno, tres o cuatro días.
- Si existe una obstrucción a la afluencia de dinero, debida a algo o a alguien, represente la obstrucción con velas de ofertorio negativas, denotando de qué tipo es el impedimento.
- Represente los aspectos planetarios negativos, utilizando cera negra sobre el color positivo, que es el modo usual de representar esto. Si es una persona particular, utilice una Vela Zodiacal negativa para designar a esa persona.
- Deberá eliminar los «obstáculos»de un modo similar a como lo hizo antes con las velas verde/negras, de forma que las Velas de Ofertorio (Júpiter/Sol, «el dinero») pueda ser atraído a la Vela Zodiacal (la persona).
- No es necesario tener una Vela Zodiacal que le represente a usted en esta ocasión, a menos que esté ejecutando el ritual en su propio nombre, en cuyo caso su Vela Zodiacal estará en el centro del altar, adonde son atraídas las velas del dinero.
«Si el motivo fuera amor, entonces las Velas de Ofertorio serían rosa o azules (Venus); para tener éxito, serían de color naranja (Sol); para iniciativa y valor, rojo (Marte), etc.»
pero volvamos a nuestro ejemplo:
Elementos necesarios:
- Incienso.
- Una vela de Altar.
- Una Vela Zodiacal (para el ritualista, de acuerdo con el signo de su nacimiento).
- Dos Velas Zodiacales (para la persona implicada, de acuerdo con sus signos natales).
- Dos velas negativas verde/negras (de la desconfianza y sospecha).
- Una una vela rosa (amor positivo).
- Una vela verde clara (crecimiento positivo).
Duración del ritual:
- Seis días consecutivos (o cada viernes durante seis semanas), realizado siempre durante las horas de Venus/ángel Anael.
Día primero:
- Empiece un viernes en una hora conveniente para Venus.
- Encienda el incienso, luego sus velas de altar, utilizando su oración de apertura para iniciar el ritual, como hizo antes. Encienda las velas de la desconfianza y la sospecha y deje que ardan un rato.
- Encienda la vela Zodiacal del ritualista (el ritualista deberá contemplar ahora el escenario de la emoción negativa, la sospecha y la desconfianza, y sus resultados).
- Encienda las dos Velas Zodiacales en nombre de los peticionarios nombrándoles a ellos y a las circunstancias que le llevan a realizar el ritual -que deberá conocer muy bien, formulándolas con sus propias palabras-, así como el deseo de eliminar la atmósfera negativa.
- Luego, cuando esté cerca de la primera marca, mueva las dos velas zodiacales y sus velas negativas hacia adentro, atrayéndolas entre sí -avance la división marcada mentalmente para un día-o Déjelas arder hasta la primera marca y luego apáguelas en el orden inverso al que las haya encendido.
Los restantes días del ritual se realizan exactamente del mismo modo:
- Utilice la hora de Venus del siguiente día, que es sábado.
- Luego la hora de Venus del domingo, y así hasta que se completen los seis días en el jueves siguiente.
Tomando los ejemplos antes mencionados:
- Si es por motivo de dinero empezará un jueves en la hora de Júpiter pero no olvide que puede utilizar también la hora del Sol.
- Para el éxito, empiece el domingo en las horas del Sol (pueden utilizarse alternativamente el jueves y Júpiter)
- Para tener iniciativa y valor empiece en martes, en las horas de Marte, etc.
- El sistema es el mismo; por tanto, hay que poner de relieve que es muy importante saber quién rige sobre qué cosas y por qué.
Volvamos a nuestro ejemplo de ritual:
- Cuando haya llegado al sexto y último día del ritual, las velas negativas de la sospecha y la desconfianza deberán haber sido eliminadas porque ya se habrán agotado, y se pondrán juntas las velas zodiacales, pues ése es el propósito del ritual.
- Al cuarto o quinto día, por ejemplo, pondrá usted las velas verde y rosa, como en el diagrama, hacia delante, de modo que se encuentren en el centro del altar.
- Estas reemplazan a las velas negativas, y representan el crecimiento del amor.
Como es habitual, todas las velas arden de modo natural. Luego apague las Velas de Altar cuando lo haya hecho, cierre el ritual con su oración y abandone el altar del modo acostumbrado.