Incluimos un ritual básico a partir del cual el lector no tendrá ningún problema en construir uno similar para cualquier propósito particular.
«Destierro» significa el acto de eliminación, despido, expulsión o exclusión.
Tomemos un caso común en el que es frecuente tener que ayudar:
«el destierro o eliminación del mal o las influencias malignas».
El mal, si es conocido, se puede representar con las velas apropiadas, por lo que daremos algunos ejemplos:
- Si el mal fuera una persona celosa o envidiosa que es bien conocida, se representará con la vela zodiacal apropiada, sobre la que habrá puesto un poco de cera negra para indicar la intención maligna.
- Los celos pueden simbolizarse con una vela verde oscuro/negra.
- La envidia con una vela amarilla/negra, flanqueando a la vela zodiacal negada.
- El odio y la animosidad se pueden representar con una vela roja (de color rojo fuerte si lo desea), de nuevo con cera negra.
- Para una persona despótica y tiránica, que por su autoridad está haciendo la vida insoportable, utilice una vela naranja/negra o púrpura/negra.
- Pueden poner estas velas junto a la vela zodiacal apropiada (si se conoce), o utilizarlas por si solas.
Creo que con esto basta para demostrar cómo se hace.
- Si el mal es desconocido, utilizar velas negras para representarlo.
- Si se sabe que el mal procede de una dirección específica, como por ejemplo una casa, coloque sus velas representantes del mal en la posición apropiada (utilice su brújula y un plano); poniendo luego las velas defensivas en la posición adecuada sobre su altar, delante de esa dirección. Si se siente que el mal está alrededor, o la dirección es desconocida, entonces simplemente rodee la vela zodiacal de la persona.
Elementos necesarios:
- Incienso.
- Vela de Altar.
- Vela zodiacal para el peticionario.
- 4 velas negras.
- 4 velas rojas.
- 4 velas blancas.
Duración del ritual (máximo):
- Nueve días consecutivos preferiblemente, o nueve martes consecutivos (siempre en las horas de Marte).
Un ritual de destierro entra en este caso particular sobre el planeta Marte, que es una fuerza marcial, defensiva y combativa, y rige la defensa, los soldados y la guerra.
- Empiece en martes en la hora de Marte.
- Marque sus velas en nueve periodos de tiempo.
- Encienda el incienso del planeta.
- Deberá ser incienso fuerte y estimulante, incluso un poco ácido.
- Encienda la Vela Zodiacal del peticionario; si lo desea, puede poner una Vela Zodiacal que le represente a usted y situarla junto a la vela zodiacal del peticionario.
- En el curso del ritual, nombre al peticionario, declarando su deseo de ayudarle en este período de adversidad.
- Encienda las velas negras, recordando utilizar una fuente separada para esto, nunca la vela zodiacal.
- No utilice las velas negras para encender ninguna otra, a no ser que sea una vela maligna, destructora, etc.
- Contemple su luz maligna y destructiva durante un tiempo, intentando visualizar las fuerzas malignas y depresivas actuando sobre la vida del peticionario, y los resultados que le han llevado a pedirle ayuda.
- Invoque entonces al ángel Samael, el ángel del planeta Marte, para que venga a ayudarle en este asunto.
Su invocación puede ser semejante a ésta:
«Señor Samael, ángel del planeta Marte. Te llamamos a ti, ángel grande y protector, para que ayudes y defiendas a ??? que está indefenso contra este ataque maligno en todos los niveles. Luchador de las causas justas sobre el mal y los malhechores, campeón de los indefensos, te pedimos tu fuerza para destruir y abatir este mal, con tu fuego sagrado y purificador, y para que limpies esta iniquidad. En el nombre del Supremo Creador Cósmico de todas las cosas… ¡Así sea!»
Tomando el fuego de una de las Velas de Altar:
- Encender las cuatro velas rojas de las esquinas.
- Trate de imaginar que tiene un gran problema, quizá está incluso en posible peligro, en la oscuridad y sin consuelo, viendo entonces los pequeños fuegos de respuestas que vienen en su ayuda.
- En este punto, puede utilizar con beneficio el salmo 3, el 59 o el 70.
- Cuando las cuatro velas rojas hayan llegado casi a la primera marca, acérquelas una sección hacia la Vela Zodiacal del centro, y aleje las cuatro velas negras una sección con respecto a las velas zodiacales.
- Cuando se alcance la primera marca, apague las velas en orden inverso al que las ha encendido. Las Velas de Altar se dejan hasta el final y se les permite arder un poco más, apagándolas con la oración de cierre.
- Entonces podrá retirarse ritualmente de su altar (invirtiendo el procedimiento del acercamiento ritual).
Los restantes días del ritual son repetitivos del proceso del primero.
- Comienza al día siguiente (miércoles) en las horas de Marte, utilizando esa hora hasta el último día del ritual (las tablas de horas planetarias le indicarán cuál es).
- El último día del ritual tendrá las cuatro velas rojas de protección alrededor de la vela zodiacal del peticionario, y las velas negras totalmente alejadas de la del peticionario.
- Hacia el séptimo día, puede poner sus cuatro velas blancas en los lugares que ocupaban las cuatro velas negras cuando empezó el ritual.
- Enciéndalas con el fuego de una de las Velas de Altar , dejándolas arder completa y naturalmente el último día, y cerrando el ritual como antes.
- Si la ayuda la necesitara alguna persona de poder, autoridad y posición, reemplazaría entonces las velas rojas por velas naranjas (por el Sol).
- Si estuviera relacionada con la Ley, la Iglesia o la Universidad, utilizará velas púrpura (Júpiter);
- Si tiene necesidad del consuelo del amor y el afecto, matrimonio o cualquier tipo de compañía, utilice velas azules o rosas (Venus/Libra).
- Se puede buscar ayuda para la enfermedad, quizá una desarmonía mental o’ una afección nerviosa, en cuyo caso utilizará velas amarillas (Mercurio) para el peticionario, etc.
En todos los casos, elimine lo negativo y lo destructivo aportando lo positivo y constructivo.
- Si una persona se ve afligida por enemigos conocidos (tiene que estar muy seguro de esto para hacerlo), se representan con las vela zodiacal correctas y negadas, alejándolas lentamente de la vela del peticionario hasta que las velas de la petición se pongan entre los opresores y el oprimido.
- Una persona de gran convicción religiosa puede ampliar este efecto utilizando velas púrpuras y rojas, siendo la «roja» el ángel protector y la «púrpura» la Iglesia.
- Para la «protección del amor», utilice rojo y rosa o rojo/rosa. Las combinaciones son prácticamente interminables.
Confío en que una vez entendidos los conceptos básicos, no encontrará dificultad en pensar rituales para sus propias necesidades.