Las diez asimilaciones y consejos (los mesquidiums latinos) que todo buen consultor de las runas debe utilizar.
Siempre que queramos consultar el oráculo, debemos de tener en cuenta dos consideraciones de gran importancia...
Destrucción y calamidades. Problemas que nos hemos causado nosotros mismos, o destrucciones de barreras que estaban alzadas en nuestro fuero interno y que deberían haber sido derrotadas ya hace tiempo. Depresión, pérdida de ingresos, pérdida de una persona amada por fallecimiento o por ruptura definitiva.
Tiene las fuerzas positivas a su favor, por lo que debe aprovechadas. La vida le sonríe, y es una buena ocasión para disfrutar de la existencia. Ese poder puede aparecer en forma personal o de una fuerza misteriosa que le rodea y le llena de vitalidad. La runa le aconseja que escuche la opinión de las personas mayores, que le pueden aconsejar para el bien de su desarrollo físico y, ante todo, espiritual. Este símbolo nos indica que debemos estar siempre en contacto con nuestros superiores. Los dioses nos protegen y nos ayudarán si somos limpios de corazón y procuramos seguir el buen camino siempre.
La fuerza de la voluntad explora nuevos territorios, y su propio ego podrá llegar a cambiarse a sí mismo por la sagrada alquimia de Melquisedec. Esta runa le aconseja que se enfrente a los peligros aunque puedan infundirle alguna preocupación e incluso miedo. No tema al mañana, pues lo tiene muy positivo y en pocos meses sus decisiones serán de gran repercusión en el logro de intereses materiales. Cuidado con los viajes sin preparar; puede encontrar algún problema sanitario de envergadura.
Errores de juicio cuya consecuencia será ignominia y desastre para nosotros si no corregimos el rumbo de nuestras acciones. Hay que recordar que lo que ayer nos fue útil, hoy nos puede ser inútil, y que hay que cambiar para adaptarse a las nuevas situaciones.
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