Las diez asimilaciones y consejos (los mesquidiums latinos) que todo buen consultor de las runas debe utilizar.
Siempre que queramos consultar el oráculo, debemos de tener en cuenta dos consideraciones de gran importancia...
Hace más de dos mil años, los pueblos que habitaban los bosques de los territorios de la actual Europa utilizaban un alfabeto sagrado (el alfabeto rúnico) cargado de significado esotérico, y el «tirar las tunas» fue una práctica pagana, entre magos y ocultistas, durante casi quince siglos, hasta la aparición del Tarot en Europa. La cultura de aquellos pueblos giraba alrededor de la agricultura y la guerra y del arte visual.
Esta forma de adivinación del porvenir (incluso del pasado) ofrece múltiples combinaciones, lo que, a primera vista, puede hacer creer que, con tantas posibilidades, la respuesta a la consulta al oráculo ha de ser indudable, inequívoca.
No obstante, hay que tener en cuenta que la adivinación correcta en la «respuesta» de las runas no es exactamente una respuesta «exacta», sino un conjunto de datos que permiten escoger entre ellos las respuestas a las preguntas efectuadas, pero siempre poseyendo una cierta sensibilidad para interpretar y, así, «leer» de la manera más adecuada.
Esta sensibilidad es susceptible de ser fomentada mediante la práctica frecuente, bajo un estado mental positivo, en orden a percibir el pasado, el presente y el futuro.
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