La clave para la investigación de las anomalías yace a menudo en formular las preguntas correctas en vez de contemplar una larga lista de respuestas asumidas y pugnar sobre las hipótesis.
Los círculos de maíz que han adornado los sembrados ingleses en las ultimas décadas son un buen ejemplo de este principio.
Muchos investigadores bien intencionados de lo «paranormal» y entusiastas de la Nueva Era han sugerido inmediatamente que los círculos deben ser obra de Extraterrestres, mientras que la opinión generalizada de los periodistas y estudiosos tiende a manifestar que son el producto de fraudes.
De hecho, dos jubilados fueron presentados por los medios mundiales como los autores autoproclamados de numerosos círculos.
Con el paso de los años, muchos investigadores interesados han conocido y entrevistado a los «artistas» que habían generado algunas formaciones complejas de cultivos como una nueva clase de despliegue, en donde se utiliza el paisaje como lienzo para azorar la conciencia popular y estimular reacciones.
No hay duda de que al menos algunas formaciones, incluyendo algunas que son sumamente complejas, son obra suya.
Esto deja sin explicación a la mayoría de las formaciones, especialmente aquellas que han aparecido en corto plazo o bajo condiciones de gran precisión matemática.
El dibujar una bicicleta o una araña en un trigal es una cosa, pero el conjunto Mandelbrot de geometría fractal es otra.
Cuando comenzaron a aparecer formaciones sofisticadas en los campos ingleses, varios equipos de investigadores ovni (provenientes de un trasfondo de estudios de suelos y rasgos relacionados a las impresiones familiares como consecuencia de avistamientos tales como el caso Delphos o el de Trans-en-Provence) comenzaron a darse cuenta de ellos.
En vez de apresurarse a emitir conclusiones sobre el origen y el propósito de las formaciones, redactaron un listado de preguntas fundamentales que iban así:
- ¿Existe un cambio en la naturaleza de las formaciones con el paso del tiempo?
- ¿Qué es precisamente lo que sucede con la vegetación dentro de las zonas afectadas?
- ¿Hay algo de especial sobre la ubicación del fenómeno?
Para buscar información sobre estos temas, establecieron un protocolo para recopilar muestras de vegetación y las remitieron a un número de laboratorios para someterlas a estudios de microscopía.
Los resultados, que fueron tratados mayormente en las reuniones de la Sociedad de Exploración Científica y en otros eventos públicos, jamás parecen haber sido de suficiente interés a los medios (o de hecho, a la vertiente principal de la ovnilogía) como para llamar su atención, tal vez porque estaban en conflicto con la naturaleza sensacional de las otras hipótesis.
Las respuestas son las siguientes:
Las formaciones iniciales fueron círculos sencillos, seguidos por círculos con satélites. En años posteriores, aparecieron figuras geométricas más sofisticadas y trazadas con mayor precisión.
La vegetación está doblada debido a que los nódulos han reventado.
Los tallos no están rotos, y de hecho, se informa que las plantas a menudo reanudan su crecimiento. Todas las formaciones significativas estaban en una zona próxima a centros de investigación importantes del «establishment» militar británico, a menudo en espacio aéreo controlado.
Estos estudios señalan que las formaciones son el resultado de experimentos sofisticados de guerra electrónica llevados a cabo por contratistas de defensa.
- La respuesta a la pregunta (1) ofrece la primera pista: si tratamos de calibrar un haz, el trazado de un patrón sobre un trigal puede rendir información precisa dentro del diámetro de un tallo en cientos de pies, representando una situación de prueba inicial.
- La respuesta a la pregunta (2) se reduce a la clase de energía que puede ser responsable, porque la cantidad de radiación termal que debe acoplarse en un solo tallo de trigo para vaporizar el contenido de agua es una variable conocida, como establecieron las pruebas de laboratorio en Francia y en los Estados Unidos.
- Las respuestas a la pregunta (3) apunta hacia los probables autores de las pruebas.
Resulta tentador saltar a la conclusión de que se desarrolla alguna clase de arma basada en el espacio.
Aunque los satélites representen la máxima plataforma para semejante tipo de arma, algo que no me parece obvio, las pruebas de calibración pueden realizarse mucho más económicamente desde un avión convencional.
En aquellos casos en que los testigos en tierra han presenciado la creación de formaciones, hand descrito un resplandor rojo a nivel de tierra, con la vegetación quedando doblada en cuestión de minutos.
Esto sería consistente con un haz dirigido contra la tierra desde un dirigible, pintando una figura de manera muy parecida a la que el haz de electrones «pinta» una imagen digital en la pantalla de un ordenador.
Partiendo de conversaciones entabladas con los investigadores involucrados, sería difícil que se tratara meramente de un simple haz infrarrojo, o alguna clase de láser.
Tal vez las pruebas, y el aumento en la sofisticación de las mismas, responda al descubrimiento de combinaciones óptimas.
Esto deja varios asuntos pendientes:
- ¿Por qué no ven los testigos las supuestas plataformas flotantes, si sencillamente vuelan sobre los campos?
- ¿Y qué hay de las «confesiones» de los dos jubilados que reclaman haber hecho los círculos con un tablón y un trozo de cuerda?
- ¿Y por qué prosiguen los experimentos hasta un punto en que la tecnología parece haber alcanzado un alto nivel de perfeccionamiento?
Tarde o temprano se sabrá la verdad, y podrá utilizarse para desacreditar la comunidad de investigadores paranormales que se precipitaron a descifrar escritos alienígenas en las formaciones, o que han supuesto el regreso de los druidas, luces terrestres o mensajes desde Gaia sin haber comprobado primero la física básica de la situación.
También puede ser cierto que dichas hipótesis hayan sido fríamente sembradas entre mundillo de la Nueva Era como parte de un experimento de guerra psicológica, y la verdadera naturaleza de las formaciones agrícolas podrá ocultarse de la atención seria por mucho tiempo.
Un miembro de la facultad de física de la universidad de Oxford, relató una experiencia personal interesante.
Su pasatiempo consistía en volar sobre los campos ingleses en su planeador.
En una tarde soleada, quedó atónito al ver que su avión estaba reflejado en una superficie que parecía estar inmóvil en la atmósfera. Voló en torno al objeto para determinar que era un cilindro perfectamente reflectivo.
Resulta obvio que semejante dispositivo tendría características de «baja observabilidad»; una plataforma «Stealth» visual.
Lo que resulta sospechoso es que la confesión de los dos jubilados es que apareció simultáneamente en la primera plana de los periódicos internacionales y en CNN el mismo día.
Cualquier autor publicado que esté familiarizado con la dificultad de obtener la atención de los medios sabrá que se requiere una agencia de relaciones públicas muy importante para colocar una noticia de primera plana en el Wall Street Journal, el New York Times, Le Figaro y muchos otros periódicos el mismo día.
¿Dónde adquirieron los dos jubilados la clase de influencia que circularía sus reclamos alrededor del mundo?
El resultado fue instantáneo: tanto la prensa como la mayoría de los científicos perdieron el interés en la historia por 10 años.
Parece inverosímil suponer que se han convertido en pruebas más sociológicas que tecnológicas, pero esto puede proporcionar una explicación.
Tarde o temprano se sabrá la verdad, y podrá utilizarse para desacreditar la comunidad de investigadores paranormales que se precipitaron a descifrar escritos alienígenas en las formaciones, o que han supuesto el regreso de los druidas, luces terrestres o mensajes desde Gaia sin haber comprobado primero la física básica de la situación. También puede ser cierto que dichas hipótesis hayan sido fríamente sembradas entre mundillo de la Nueva Era como parte de un experimento de guerra psicológica, y la verdadera naturaleza de las formaciones agrícolas podrá ocultarse de la atención seria por mucho tiempo.
¿Para qué se necesitaría desarrollar semejante haz?
La destrucción de los misiles entrantes (o la mera confusión de sus electrónica) representan un motivo obvio, pero ya hay varios proyectos en vías a producir semejantes armas, notablemente en Boeing y en otros contratistas de la defensa. Pero tal vez estemos equivocados al suponer que el haz en sí es un arma. Tal vez pueda utilizarse para conducir una cantidad mucho mayor de energía (plasma confinado, o la bola de fuego creada por una detonación nuclear, por ejemplo) hasta su destino final.
La clase de amenaza presente en el mundo de hoy incluye objetivos que tal vez no convenga destruir, sino fundirlos dentro de una bola de fuego. Dicho objetivo bien podría ser un laboratorio biológico o una fábrica química en donde la difusión de patógenos resulta poco deseable.
¿Es esto lo que nos advierten los inocentes diseños en la campiña británica?
De ser así, sus mensaje puede ser mucho más grave que cualquier comunicación recibida de los ET, sea amistosa o no.
Por Jacques Villée.