Antiguamente los medios de locomoción eran de tracción animal y solían quedar guardados en construcciones separadas de las viviendas, pero en la actualidad los vehículos que se utilizan para el transporte personal, en el mejor de los casos, son guardados en garajes.
Tanto los garajes que pertenecen a una casa como los que son públicos pero se hallan ubicados debajo de una vivienda, pueden afectar, según el feng-shui, negativamente en la armonía y el equilibrio de los lugares y de los residentes.
Las viviendas que están situadas inmediatamente encima de un garaje público o comunitario son perturbadas por la energía del movimiento continuo que se produce en ellos, por el ruido y los gases tóxicos que emiten los vehículos.
Además, las masas ferromagnéticas de los vehículos mecánicos constituyen una especie de antena que potencia todas las vibraciones procedentes del subsuelo.
La presencia de automóviles detenidos provoca mayores perturbaciones, en las líneas de la red Hartmann, y los diversos tipos de anomalías subterráneas, como venas de agua, fallas o canalizaciones de calibre, incrementando sus efectos perturbadores y nocivos para la salud.
Por lo que en todas las viviendas y locales ubicados encima de lugares donde haya vehículos o un gran volumen masa metálicas, las líneas de Hartmann, las zonas geopatológicas y los cruces de la red Hartmann resultarán aún más tóxicos y dañinos, que cuando se encuentran en condiciones naturales, sin elementos que incrementen su vibración.
En las viviendas y locales ubicados sobre garajes, cocheras y talleres hay que tener un especial cuidado en evitar la vertical de los cruces y las zonas geopatológicas, sobre todo a la hora de ubicar la cama, el sofá y la silla de estudio o trabajo para preservar la salud.
Siempre es más adecuado evitar construir habitáculos y oficinas en estos lugares, y que los estacionamientos queden un poco alejados de las viviendas. Antes de construir un garaje o taller mecánico debajo de su casa, compruebe los campos telúricos y evite su emplazamiento sobre zonas perturbadas.
El feng-shui considera que la prosperidad de una oficina se ve truncada por la presencia de un garaje bajo su suelo. Para paliar, en alguna medida, los efectos desfavorables y desestabilizadores que puede provocar en un negocio su ubicación sobre un garaje, el feng-shui recomienda procurar que sea lo menos oscuro y sombrío posible, pintarlo en tonos tierra o amarillos y no posicionar a los trabajadores sedentarios, ni a los posibles clientes, en la vertical de las vibraciones perturbadoras que puedan emanar de los campos telúricos.
Si el garaje es una parte de la casa, adosada o subterránea, el feng-shui recomienda no ubicar dormitorios aliado o encima de él y localizar en estas posiciones habitaciones donde se precise actividad, como zonas lúdicas y de trabajo, con la precaución de observar no situar los asientos sobre las venas del dragón o las salidas de los demonios.
Pues sólo las habitaciones activas quedarán menos perjudicadas por la energía de movimiento que generan los garajes. Otro aspecto a tener en cuenta en las casas con garaje, es su relación con la puerta principal de la vivienda.
El feng-shui dice que el garaje no debe sobresalir del resto de la fachada de la casa, de modo que quede más cerca de la calle porque esta ubicación del garaje acentuarla su importancia con respecto al conjunto de la casa y cree que poner el vehículo en un lugar preponderante, podría afectar negativamente a los residentes pudiendo causar estrés, exceso de actividad, aceleración e incluso un mayor uso del mismo.
A veces, la entrada de la vivienda queda relegada a un segundo plano respecto del garaje, ya se encuentre éste adosado o debajo de la casa, y la boca principal resulta empequeñecida con la enorme boca del garaje.
Ya se ha hablado de la importancia que el feng-shui confiere a la puerta de entrada a la vivienda, por ello si la puerta principal queda relegada estructuralmente, con respecto al garaje, la casa quedará desequilibrada.
El feng-shui recomienda evitar estas situaciones, construyendo el garaje aparte, en la zona posterior de la casa o en un lateral alejado de la puerta principal.
En los casos en que no sea posible, se recomienda neutralizar el predominio del garaje realzando la puerta principal y mimetizando el garaje con el mismo color que la casa; de modo que el garaje no tenga ningún tipo de decoración o elementos llamativos, pero sI la puerta principal y su entorno, el camino que lleva hasta él, sus zaguanes y umbrales.
Para ello se pueden emplear diversas herramientas y recursos, según el gusto personal y las posibilidades del terreno. La idea es que la puerta de entrada destaque y sobresalga de algún modo para atraer la atención sobre ella y no sobre la del garaje. Si se realza el camino que lleva hasta la puerta de la casa y los espacios que la rodean, el interés se centrará en ella y se evitarán los perjuicios que el predominio de la puerta del garaje puede causar en la vivienda y en la vida de los residentes.
A este fin son muy útiles por ejemplo, los soportales, los porches, las pérgolas, los muros, las vedas, las vallas, la iluminación, los colores, los bailarines de viento, los móviles sonoros, los espejos bagua, las aldabas…
En el caso de que los residentes utilicen la puerta de garaje como la entrada o salida habitual de la casa, el feng-shui recomienda aplicar las indicaciones dadas para la puerta de entrada y los recibidores en la puerta que comunica el garaje con la casa.
También se recomienda, tanto si el garaje se usa habitualmente como si no se utiliza con frecuencia, mantenerlos ordenados, ya que los espacios desordenados y caóticos crean sus correspondientes impresiones en la mente y afectan el pensamiento, las emociones y los hábitos de las personas que interaccionan con ellos.
Si el garaje es una parte más de la casa, deberá tener el mismo trato que el resto de las habitaciones, por lo que debe mantenerse limpio y ordenado, para evitar estancamientos de chi.
El garaje necesita una buena iluminación y ventilación, debido a la emisión de gases tóxicos que producen los vehículos al ponerlos en marcha y la presencia de productos potencialmente peligrosos o inflamables.
El garaje puede resultar un lugar acogedor y agradable con una decoración y emplazamiento de las estanterías y demás objetos acorde con el buen flujo del chi y la estética personal de los residentes.