Chakra 4. Corazón (Anhata)
Chakra 4. Corazón (Anhata)
Chakras
A la altura del corazón, relacionado con el Plexo Cardíaco, está situado este Chakra, en el Nadi Sushumná. Su color es rojo vivo; dentro del Chakra hay dos triángulos que se cortan de color azabache. Dentro de estos Triángulos se encuentra el centro de nuestro Ser Individual, la llama misma de lo divino, que brilla como la constante llama puntiaguda de una lámpara.
Tiene elemento aire, el Tattva Vayú. Cuando se desarrolla este chakra se domina el aire, desdobles y se desarrollan muchas virtudes sáttvikas, poderes, dominio del estado de JINAS.
Tiene quince Yoga-Nadis, que son: KAM, KHAM, GHAM, CHAM, CHHAM, KAM, GNAM, THA, GNAM, entre otras.
Gobierna el sentido del tacto, el sistema circulatorio, el sistema locomotor y el sistema respiratorio e influye sobre la glándula Timo. Su desarrollo tiene íntima relación con el ascenso del Kundalini. Su Mantram es la vocal «O» con sonido alargado (ooooo…).
Es de mucha importancia que se desarrolle antes de que se enfríe, ya que de lo contrario la persona se convierte en intelectualizadora.
Las personas que meditan en este chakra perciben u oyen el sonido del Anahata que tiene íntima relación con el FHOAT. Este sonido se concibe cuando pronunciamos la vocal «O» como un sonido dulce y apacible.
Está controlado por un Ser o Maestro llamado Kakini. Un ejercicio para despertar este Chakra es la Meditación, y se conquista el poder de la Intuición.
Otro ejercicio que se debe realizar dentro de las 5 y 6 am. es: Se relaja, se sienta cómodamente con el frente al Oriente, donde visualiza una gran Cruz de color dorada, que refleja su luz hasta nuestro corazón y se comienza a vocalizar la O pura, prolongando el sonido, redondeando la boca. Se repite durante 10 minutos o más.
La vocalización y la meditación desarrollan y desenvuelven esta Iglesia, santuario del amor. El amor es tan puro como el Lucero de la mañana. El amor es Universal, impersonal, inefable, desinteresado.
También confiere este chakra, el poder de la Inspiración y la solidez de un cuerpo astral.
El Cardias o Centro Cardíaco está en íntima relación con el corazón del Sistema Solar. El hombre es un Universo en miniatura. Si queremos estudiar el Universo, debemos estudiar al hombre. El chakra del corazón tiene 12 pétalos: seis activos y seis inactivos. Con la energía Kundalini, todos los doce pétalos entran en actividad.
La descripción Indostán de este Chakra es maravillosa, la cual no es por el momento prudente el transcribirla ya que contiene muchos términos intraductibles y muchos símbolos que no resultan de ningún beneficio, a muchos estudiantes, pero si, menciona el número de pétalos, el principio del aire Shiva, la energía Kundalini, son su Lingam y la media luna, etc. señalando como el Altar del culto mental, el Centro maravilloso de la meditación.
El Cardias es el centro magnético relacionado con los viajes astrales. Quien quiera conquistar el poder de salir en cuerpo astral a voluntad, debe cambiar totalmente su tipo de vibración. Esto es solo posible desarrollando el Cardias.
La salida en astral es MAS BIEN EMOTIVA Y SENTIMENTAL. El frío intelecto nada tiene que ver con las salidas en cuerpo astral. El cerebro es lunar, el corazón es solar.
Para salir a voluntad en cuerpo astral se necesita la emoción superior. Cierto tipo de emotividad, el sentimiento, una supersensibilidad muy especial, y sueño combinado con meditación. Estas cualidades solo se logran con el desarrollo del Cardias.
Con el ascenso del Kundalini a la región del corazón, se pone en actividad la Iglesia de TIATIRA con sus doce pétalos maravillosos. Esta Iglesia nos confiere poder sobre el aire elemental de los Sabios. Está relacionado con el elemento aire, su tattwa es Vayú.
El desarrollo de este centro cardíaco confiere inspiración, presentimiento, intuición y poderes para salir conscientemente en cuerpo astral, así como también poderes para poner el cuerpo en estado de JINAS.
Digna de toda admiración resulta la Iglesia de Tiatira, el cuarto centro. El Cardias o Centro Cardíaco está en íntima relación con el corazón del Sistema Solar. El hombre es un Universo en miniatura. Si queremos estudiar el Universo, debemos estudiar al hombre. En el Universo descubrimos al hombre. En el hombre descubrimos al Universo. El sistema solar visto desde lejos parece realmente un hombre Glorioso caminando a través del inalterable infinito. El Sistema Solar es el cuerpo de un Gran Ser. Aquel es todo Perfección. El Corazón de ese Gran Ser está en el Sol.
El Chakra del Corazón tiene doce pétalos. Seis activos y seis inactivos. Con el Fuego Sagrado, todos los doce pétalos entran en actividad.
Su color es rojo vivo, dentro del dos triángulos que se cortan de color negro azabache, dentro de estos dos triángulos se encuentra el centro de nuestro Ser individual, la llama misma de lo divino, que brilla como constante llama puntiaguda de una lámpara.
Gobierna el sentido del tacto, el sistema circulatorio, el sistema locomotor y el sistema respiratorio e influye sobre la glándula Timo. Su desarrollo tiene íntima relación con el ascenso del Kundalini.
Su mantram es la vocal «O» con sonido alargado. Un ejercicio para despertar este chakra es la meditación. Y se conquista el poder de la Intuición. La vocalización y la meditación desarrollan y desenvuelven esta Iglesia, Santuario del Amor. El Amor es Universal, Impersonal, Inefable, Desinteresado…
Debemos actuar sobre el Corazón por medio de la Oración intensiva. La salida en Astral es más bien emotiva y sentimental. El frío intelecto nada tiene que ver con las salidas en cuerpo astral, el cerebro el lunar, el corazón es solar.
Para salir en cuerpo astral se necesita de la emoción superior, cierto tipo de emotividad, sentimiento, una supersensibilidad muy especial y sueño combinado con la meditación. Esta cualidad sólo se logra con el desarrollo del Cardias.
El capítulo segundo del Apocalípsis versa sobre las cuatro Iglesias inferiores de nuestro organismo. Estos son cuatro centros conocidos como el Fundamental o básico, el Prostático, El Umbilical y el Cardíaco. Ahora estudiaremos los tres centros magnéticos supeiores mencionados por el Apocalípsis en el tercer capítulo.
Estas tres Iglesias Superiores son: La Iglesia de Sardis, la de Filadelfia y, por último, la de Laodicea.