Tauro con Piscis

En esta relación caracterizada por la espontaneidad infantil e inocente prevalecen la expresión directa y la franqueza. Ambas partes poseen una faceta devota y creen firmemente que su relación puede ser una bendición para otros, de modo que los trabajos de ayuda a familias, grupos sociales o religiosos y compañías de negocios son muy habituales en esta relación. El matrimonio y el amor entre personas de esta combinación necesitan tiempo para estabilizarse. Piscis podría buscar un acuerdo para mantener una pareja abierta y relacionarse con varias personas a la vez. Pero Tauro necesita seguridad, y si acepta un pacto semejante, se dará cuenta del sufrimiento que le causa no gozar de la atención exclusiva de sus compañeros. Por otro lado. Piscis da entusiasmo y vida a Tauro, que a cambio le ofrece ayuda y protección. En el mejor de los casos. Tauro estará tan fascinado por Piscis para pasar por alto su tendencia a descuidar los aspectos prácticos de la vida. Las cualidades juveniles de la relación encontrarán su plena expresión dentro de la familia o en la amistad. EI humor, la diversión y las bromas de la pareja la hará brillar y ser el centro de atención en cualquier grupo. Sin embargo, ambos deberían darse cuenta de que sus energías pueden desbordarse, haciendo que olviden las responsabilidades importantes. Otros amigos o miembros de la familia buscarán a esta pareja cuando quieran divertirse, pero no pensarán en ella cuando necesiten hacer trabajos serios. Esta combinación puede encajar muy bien a la hora de compartir responsabilidades laborales. Sin embargo, la actitud infantil de estos individuos puede manifestarse en una sumisión excesiva a la autoridad o, en algunas ocasiones, en la rebeldía. El desarrollo de la madurez será de crucial importancia en esta relación, y el equipo logrará dar lo mejor de sí después de varios años de experiencia compartida. Como colaboradores en profesiones autónomas, Tauro y Piscis serán astutos con el dinero y estarán atentos a las necesidades de los clientes, pero pueden carecer de la credibilidad necesaria para que los demás los valoren. CONSEJOS: Descubran las necesidades mutuas. Acepten que madurar es inevitable. No olviden las responsabilidades. Fuercen a los demás a reconocer sus méritos.