Tauro con Aries

Esta relación puede ser fructífera en asociaciones de cualquier clase, pero sobre todo en el matrimonio o las actividades comerciales. Las partes se respetan mutuamente y son capaces de delimitar sus ámbitos de influencia y especialización, manteniéndose en su lugar y rechazando el fracaso, un pacto que les hará salir adelante en las peores épocas. Muy rara vez revelarán al mundo los problemas o tensiones internas; los miembros de esta pareja jamás olvidarán la importancia de la imagen, y siempre intentarán causar buena impresión. La necesidad de Aries de rodearse de admiradores no molesta especialmente a Tauro, que tiene la piel bastante gruesa y también disfruta sintiéndose necesitado; le gusta pensar que Aries no se las sabe arreglar sin su ayuda. De hecho, Tauro valora mucho sus posesiones, y a veces piensa que Aries es otro de sus preciados tesoros. A la larga esta actitud hará que Aries se rebele, reclamando la libertad que necesita. Sin embargo, este último deberá tener cuidado de no hacer enfadar a Tauro ni despertar sus celos o su afán de venganza, que pueden ser terriblemente destructivos. Las aventuras amorosas entre estos individuos suelen durar bastante; incluso es posible que la atracción física inicial crezca con el tiempo. De hecho, Aries y Tauro pueden acabar dependiendo el uno del otro, aunque ninguno de ellos esté dispuesto a admitirlo. Si se enzarzan en una lucha de poder por la atención de una persona o por cualquier otro asunto, uno de los dos tendrá que adoptar una postura conciliadora para solucionar las cosas, al menos temporalmente. Los dos saben cómo resolver problemas dentro de la relación, pero todo se complica si uno de ellos cae en una depresión o pasa por un bache, ya que ambos basan la relación en la fortaleza y la disponibilidad del otro, y si uno demuestra debilidad, el otro será comprensivo sólo hasta cierto punto. Por lo tanto, si uno de los dos padece una enfermedad crónica, es muy probable que la relación no sobreviva. CONSEJOS: Abandonar no suele ser ni la opción más fácil ni la peor. A veces conviene pactar o actuar con diplomacia. Admitan sus debilidades. Moderen sus exigencias.