Tauro con Escorpio

Los polos opuestos se atraen. Puesto que Tauro y Escorpio están situados en un ángulo de 180º en el zodiaco, no es nada sorprendente que la relación entre ellos tenga un gran magnetismo. Pero esa atracción inicial no es nada comparada con las energías que son capaces de generar entablada la relación. En efecto, esta combinación recorre todas las gamas de la expresión, desde la más genial hasta la más apasionada. Tanto Tauro como Escorpio tienen rasgos de personalidad inamovibles y cuando los combinan, presentan una fachada sólida y temible ante el mundo. Esta combinación puede ser insuperable en el trabajo, en la cancha de deportes o dentro de una familia o grupo social. Si estos individuos se enamoran profundamente, es probable que consigan elevarse hasta la cima de las sensaciones físicas y el éxtasis sexual, pero deben guardarse de quedar bloqueados en ese estado. La pasión también puede ser un preludio de posteriores vínculos espirituales, aunque muy a menudo la relación se queda atascada debido a conflictos como la posesión, el control, la dependencia y la adicción al amor. Dichos conflictos provocan actitudes destructivas, y las encarnizadas luchas por la supremacía pueden deteriorar o destruir la relación. El matrimonio entre Tauro y Escorpio no suele funcionar cuando se ha formado a partir de una tórrida historia de amor. En cambio, tendrá mejores perspectivas si los cónyuges han sido antes amigos, ya que los lazos de confianza, respeto y ternura -tan valiosos para el matrimonio- tienen más posibilidades de formarse en un contexto poco competitivo como la amistad. En efecto, la amistad puede ser muy estrecha dentro de esta combinación, como un verdadero matrimonio entre el corazón y el intelecto. Dentro de la familia, en particular entre padre e hijo (con independencia de cuál de ellos ocupe cada posición), habrá ternura, protección y apoyo, aunque también actitudes demasiado dominantes y sobre protectoras. Por desgracia, la reacción ante tales actitudes suele ser el rechazo, la rebeldía o ambas cosas. CONSEJOS: Sepan cuándo parar. No se queden atascados en actitudes destructivas. Cultiven la confianza y la ternura.