Escorpio con Sagitario

Esta relación, que es profunda e intensa, puede acabar siendo excesiva para sus componentes, a quienes hace emerger su parte más dinámica. Pueden acabar odiándola, porque tienen que dedicarle demasiado tiempo y energía, sin embargo nunca se sentirán tan vivos como en ella. Los dos creen que no ser capaces de sentir es la peor de todas las sensaciones, por eso su relación -dolorosa a veces, aburrida nunca- hace que se sientan insatisfechos con otras partes de sus vidas, que parecen inanimadas en comparación. Como juntos atraen un remolino de experiencias, algunas alegres, otras más bien duras, parecerá desde fuera que tienen mucha suerte, que están malditos, o ambas cosas. Los asuntos amorosos pueden ir del éxtasis a la catástrofe. Los sentimientos de alegría y tristeza, felicidad desesperación, exaltación y depresión se siguen unos a otros con una intensidad desconcertante. Al no saber dónde van ni a veces de dónde vienen, la pareja se ve azotada por tormentas de emoción. Pero su empatía es lo que hace que cada uno pueda leer el lenguaje emocional del otro sin equivocarse. Para los Escorpio, cuyo fuerte en comunicación es la oralidad, el lenguaje amoroso de los Sagitario puede ser una experiencia inolvidable. No se recomiendan matrimonios y relaciones profesionales, porque los conflictos son probables y los escudos emocionales que se entrometen pueden resultar debilitadores. El buen funcionamiento de una empresa puede verse afectado tan rápidamente como si hubieran metido un palo en la transmisión. Las relaciones familiares tienen probabilidades de hacerse pedazos cuando una combinación de hermanos o padre-hijo sufre una cólera emocional. Es mejor evitar las escenas públicas y resolver los problemas en casa. Las amistades pueden funcionar siempre que las líneas de comunicación se dejen abiertas y se limiten los debates y las discusiones. Los Sagitario tienden a aferrarse a los temas metafísicos con intensidad casi religiosa, mientras los Escorpio es probable que razonen y se ciñan a los hechos, despreciando a menudo las cuestiones de fe; si la pareja es capaz de estar de acuerdo de forma civilizada, la relación tiene posibilidades de durar. CONSEJOS: Moderen la retórica sin perder su intensidad. El amor puede ser frágil y vale la pena cuidarlo. Demuestren respeto y consideración personal.