Preparación
La forma más habitual de uso, que es la que se ha masificado y se encuentra hoy en día comercializada, es la preparación del remedio en un frasco de dilución. El procedimiento que heredamos del Dr. Bach consiste en los siguientes pasos:
1. Verter agua de manantial o cualquier tipo de agua fresca mineral, siempre que sea sin gas y no destilada, en un frasquito (gotero de vidrio), color ámbar de 30 ml, hasta que esté casi lleno.
2. Añadir una pequeña cantidad de brandy, a razón de 5 gotas por cada 10 ml de agua, haga de cuenta de 1/8 del frasco, que actuará como conservante.
3. Agregar a la mezcla resultante (de agua y brandy) entre 2 y 4 gotas del concentrado de la esencia o esencias florales seleccionadas para la combinación.
4. Conservar el frasco de dilución en un sitio donde no esté expuesto a temperaturas elevadas.
5. Se recomienda el uso de frascos y goteros de vidrio, ya que el plástico puede afectar de forma negativa las cualidades de estos remedios. Es mejor utilizar frascos nuevos para cada nueva combinación de esencias con el fin de asegurar la limpieza y claridad de los patrones vibracionales.
Formas de ingestión
Existen varias posibilidades de ingestión de los remedios florales:
1. Las esencias florales se pueden tomar directamente del frasco de concentrado («stock bottles»), aunque se recomienda diluidas. Dicho esto, una posibilidad es disolver de 1 a 3 gotas del remedio original en un vaso de agua para beberlo en el transcurso del día. Éste es el procedimiento más eficaz.
2. Se coloca varias veces al día 2 gotas puras (4 si es remedio de urgencia) sobre la lengua.
3. En caso de haber preparado el compuesto con agua y brandy previamente en un frasquito de dilución, disolver entre 5 y 10 gotas del remedio o colocarlas sobre la lengua si no se dispone de agua.
Diversos usos
Uso de un pulverizador
1. Prepararlo como si se tratase de un frasco de diluido.
2. En lugar de ingerir el remedio, pulverizar la mezcla sobre el cuerpo y/o en el ambiente.
Uso en el baño
1. Agregar alrededor de unas 20 gotas del concentrado de cada esencia en una bañera de tamaño normal con agua tibia.
2. Sumergirse en esta solución aproximadamente 20 minutos. Secarse con golpecitos suaves sobre la piel y luego descansar o irse a dormir para continuar absorbiendo las cualidades sutiles de las esencias.
Uso tópico
1. Agregar entre 1 y 10 gotas del concentrado de cada esencia seleccionada por cada 30 gramos de crema, aceite o loción.
2. Usar diariamente, ya sea de forma exclusiva o como suplemento de la administración oral.
3. Las gotas de esencia también pueden usarse directamente sobre el cuerpo conjuntamente con tratamientos de masaje, digitopuntura, quiropraxia, reflexologia podal, etc.
Uso en personas sensibles al alcohol
Los cuatro métodos detallados a continuación han demostrado ser eficaces:
1. Usar de dos a cuatro gotas del concentrado en un vaso grande de agua o zumo de frutas, remover y tomar a sorbitos.
2. Preparar las esencias en un frasquito de diluido, pero usar de 1/4 a 1/2 frasco de vinagre de sidra de manzana o vinagre de miel como conservante en lugar del brandy.
3. Preparar las esencias en un frasquito de diluido, llenando de 1/3 a 1/2 frasco con glicerina vegetal, que es un derivado del aceite de coco.
4. Se puede prescindir del conservante si el frasco de diluido se guarda en el refrigerador o se utiliza por un período corto (hasta una semana).
Frecuencia y dosis
La efectividad de los remedios no se incrementa por tomar más gotas por dosis, sino por una administración más frecuente y consistente.
En la mayoría de los casos, las esencias deberían ingerirse de cuatro a seis veces al día, aunque esta frecuencia puede incrementarse en los casos más agudos a una toma cada hora o incluso, cada 10-15 minutos.
De la misma manera, en niños y/o personas muy sensibles se puede requerir una disminución de la frecuencia de las dosis a una o dos veces al día.
Aunque las esencias pueden utilizarse durante períodos cortos en casos agudos, su uso ideal es a largo plazo para obtener un cambio estable y profundo en los planos mental y emocional.
Si es esto lo que se persigue, el ciclo más común para el uso de una esencia es de 4 semanas, pues se trata de un intervalo temporal que se correlaciona poderosamente con el cuerpo astral o emocional.
Períodos de siete o catorce días pueden también resultar significativos en el proceso de crecimiento.
Para cambios particularmente profundos pueden necesitarse varios ciclos de un mes.