No tiene patronazgo reconocido, pero se le conoce como el santo de las promesas y los buenos propósitos, y es al que hay que entregarse para conseguir para conseguir nuestros propósitos de principio de año.
Es uno de los santos más venerados y seguidos por su poder para evitar epidemias y combatir la peste. También se le utiliza en invocaciones para someter o alejar demonios, para atraer dinero y para encontrar tesoros