Sagitario con Tauro

En esta relación puede presentarse una estructura de poder desigual, que a menudo se centra en el liderazgo y cómo debería ejercerse. Los Tauro pueden dominar a los Sagitario. Pero no siempre tienen la culpa, porque su compañero puede estar silenciosamente pidiendo dirección. El mayor reto de la relación es establecer una estructura de poder igualitaria en que se tomen las decisiones en un proceso abierto, honesto y común, no una combinación de absolutismo y manipulación. Es como amantes, hermanos y amigos que estos dos tienen mayores posibilidades de establecer tal equilibrio, con una discusión y un debate directos. Verbalizar los problemas y diferencias de opinión es normalmente el primer paso que hay que tomar. En cuanto se ha establecido una tregua, puede seguir de ello una relación positiva, y cada componente podrá guiar al otro en algún ámbito. En el amor y el matrimonio, los Sagitario pueden acabar cansándose del absentismo de los Tauro, y sentirse dejados de lado por sus compañeros obsesionados por su carrera. Los Tauro, por su lado, pueden tener problemas con una relación en la que siempre tienen que motivar a un compañero que consideran descaradamente pasivo y apático o tomar decisiones por él. Si la relación se presenta en la esfera laboral o familiar, sin embargo, puede desarrollar una estructura de poder significativamente diferente: los Sagitario a menudo superan a sus compañeros Tauro en persuasión y manipulación, utilizando métodos sutiles que son imposibles de detectar. Las insinuaciones sexuales y sensuales o incluso la concesión de favores pueden formar parte del juego. Las relaciones padre-hijo y jefe-empleado están condenadas a las peleas por el poder en que el Tauro juega el papel cantante. En la familia, un padre Tauro despótico puede ser una influencia demasiado fuerte para un relativamente dócil hijo Sagitario. En lugar de volverse rebeldes, los Sagitario es probable que se creen dependencias. A veces arrastran estos papeles hasta la vida adulta, cuando se verán obligados a revivir la relación de la infancia y buscar un sustituto para el padre dominante en forma de jefe, amante, esposo o amigo CONSEJOS: Dejen abiertas las líneas de comunicación. Trabajen el respeto. Busquen la equidad en todos los aspectos de la vida. Cuidado con establecer estructuras de poder inflexibles.