Cualquier actividad humana tiene su parte real, positiva y, también, la otra cara de la negatividad, del fraude, de la mentira, del engaño. Pero, a veces, ciertas mentes preclaras, fanáticos defensores de lo que, una vez, aprendieron de memoria en ya obsoletos libros
Hay pocos placeres más agradables en la vida que caminar en medio de un bosque: podemos disfrutar del sutil juego de luz y sombra, el canto de distintas aves que se mantienen invisibles al ojo humano, ocasionalmente vistazos de algún que otro animal silvestre...