Debajo de la cama y atado al somier, colgando en la parte de la cabecera, poner un escapulario de San Francisco. Conviene limpiar con frecuencia bajo la cama, pues las pelusas que se forman son las poseedoras de las malas energías.
Poner un pequeño altar con un Sagrado Corazón de Jesús y una Virgen de nuestra devoción.